P deme y te daré por herencia las naciones, por posesión los confines de la tierra.
Apocalipsis 2:26 - Biblia Castilian 2003 Y al que venza y al que guarde mis obras hasta el final, le daré potestad sobre las naciones; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, Biblia Nueva Traducción Viviente A todos los que salgan vencedores y me obedezcan hasta el final: Les daré autoridad sobre todas las naciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Al que venza y se mantenga en mis caminos hasta el fin, le daré poder sobre las naciones, La Biblia Textual 3a Edicion Al° que venza y al° que guarde mis obras hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y al que venza y al que guarde mis obras hasta el final, le daré potestad sobre las naciones; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré potestad sobre las naciones; |
P deme y te daré por herencia las naciones, por posesión los confines de la tierra.
Tales son los caminos de los necios y, después de ellos, del que se complace en sus sentencias. Selah
Mas los santos del Alt simo recibirán el reino y lo poseerán eternamente y por los siglos de los siglos'.
hasta que vino el anciano, se hizo justicia a los santos del Alt simo y llegó el momento en que los santos tomaron posesión del reino.
El reino y el dominio y la grandeza de los reinos bajo el cielo les serán dados al pueblo de los santos del Alt simo. Su reino es un reino eterno, y todos los imperios le servirán y le obedecerán'.
Seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que se mantenga firme hasta el final, éste se salvará.
Jesús les contestó: 'Os lo aseguro: cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, en la regeneración, vosotros los que me habéis seguido, también os sentaréis en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Jesús les respondió: 'Ésta es la obra de Dios: que creáis en aquel a quien él ha enviado'.
a quienes, siendo constantes en el bien obrar, buscan gloria y honra e inmortalidad, les dará vida eterna;
En todas estas cosas salimos plenamente vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por esto también yo, no pudiendo resistir ya más, lo he enviado a que se informara sobre vuestra fe, no fuera que el tentador os hubiera tentado y todo nuestro esfuerzo se hubiera perdido en el vac o.
Cristo, por el contrario, en su calidad de Hijo, está al frente de su propia casa: casa que somos nosotros, con tal de que mantengamos [firme hasta el final] la confianza y la gozosa satisfacción de la esperanza.
De nosotros salieron, pero no eran de nosotros. Si hubieran sido de nosotros se habr an quedado con nosotros. Sin embargo, con esto se ha puesto en claro que no todos son de los nuestros.
Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros conforme al mandamiento que nos dio.
¿Y quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Quien tenga o dos, oiga lo que dice el Esp ritu a las Iglesias. El que venza, no sufrirá da o de la muerte segunda'.
Quien tenga o dos, oiga lo que dice el Esp ritu a las Iglesias. Al que venza, le daré el maná escondido y una piedrecita blanca sobre la que habrá escrito un nombre que nadie conoce sino el que lo recibe'.
Quien tenga o dos, oiga lo que el Esp ritu dice a las iglesias. Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida que está en el para so de Dios'.
Luego vi tronos. A los que se sentaron en ellos se les dio poder de juzgar. Y vi las almas de los que hab an sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la Palabra de Dios, y a cuantos no hab an adorado la bestia ni su imagen, ni hab an recibido la marca en la frente ni en la mano. Volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil a os.
Ya no habrá noche, y no necesitan luz de lámpara ni luz de sol, porque el Se or, Dios, los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos.
Al que venza, lo haré columna en el santuario de mi Dios, y no saldrá ya fuera jamás; grabaré en él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios, de la nueva Jerusalén, la que baja del cielo, de junto a mi Dios, y mi nombre nuevo'.
Al que venza, lo haré sentar conmigo en mi trono como yo también venc y me senté con mi Padre en su trono'.
El que venza será vestido as, con vestiduras blancas. No borraré jamás su nombre del libro de la vida, y proclamaré su nombre ante mi Padre y ante sus ángeles'.