Mirad que ya llegan hombres a caballo, parejas de jinetes'. Respondió y dijo: 'Cayó, cayó Babilonia, todas las estatuas de sus dioses yacen por tierra en pedazos'.
Apocalipsis 18:10 - Biblia Castilian 2003 de pie, a lo lejos, por el temor de su tormento, diciendo: '¡Ay, ay de la gran ciudad, de Babilonia, de la ciudad poderosa! Porque en una hora ha venido tu castigo'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio! Biblia Nueva Traducción Viviente Aterrorizados por su gran tormento, los reyes del mundo se mantendrán a distancia y clamarán: «¡Qué terrible, qué terrible para ti, oh Babilonia, tú, gran ciudad! En un solo instante el juicio de Dios cayó sobre ti». Biblia Católica (Latinoamericana) Se detendrán a distancia aterrados ante su suplicio y exclamarán:
'¡Ay, ay de la gran ciudad,
de Babilonia, ciudad poderosa,
que en una hora te arrasó el juicio!' La Biblia Textual 3a Edicion estando° en pie de lejos, a causa del temor de su tormento, dirán: ¡Ay, ay, la gran ciudad, Babilonia, ciudad fuerte, en una hora vino tu juicio!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 de pie, a lo lejos, por el temor de su tormento, diciendo: '¡Ay, ay de la gran ciudad, de Babilonia, de la ciudad poderosa! Porque en una hora ha venido tu castigo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad poderosa; porque en una hora vino tu juicio! |
Mirad que ya llegan hombres a caballo, parejas de jinetes'. Respondió y dijo: 'Cayó, cayó Babilonia, todas las estatuas de sus dioses yacen por tierra en pedazos'.
Te sobrevendrán las dos cosas de repente, en un solo d a; orfandad y viudez en toda su plenitud vendrán sobre ti, a pesar de la multitud de tus hechicer as, a pesar de la potencia de tus muchos maleficios.
y en lividez se convierten? S, grande es aquel d a, no hay semejante a él; tiempo de angustia es para Jacob, pero será librado de él.
'Turbaré el corazón de muchos pueblos cuando haga llegar la noticia de tu desastre entre las naciones, entre pa ses que tú no conoces.
'¡Ay! ¡Ay de ese d a! Porque está cerca el d a de Yahveh: viene como devastación de Sadday.'
Por eso, as dice Yahveh, el Dios Sebaot, el Se or: 'En todas las plazas habrá lamentación, y en todas las calles se dirá: '¡Ay, ay!'. Llamarán a duelo al campesino y a los expertos en lamentaciones.
A sus gritos, todos los israelitas que se encontraban cerca huyeron, pues se dec an: 'Nos va a tragar la tierra'.
Sus cadáveres quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad que simbólicamente se llaman Sodoma y Egipto, donde también su Se or fue crucificado.
Lo segu a otro ángel, el segundo, que dec a: 'Cayó, cayó Babilonia, la grande, la que dio a beber del vino de su lujurioso desenfreno a todas las naciones'.
La gran ciudad se partió en tres y las ciudades de los gentiles se derrumbaron. Dios se acordó de Babilonia, la grande, para darle a beber la copa del vino de su terrible ira.
Los diez cuernos que viste son diez reyes que todav a no han recibido su reino; reciben con la bestia potestad como reyes, sólo por una hora.
y clamaron al contemplar la humareda de su incendio: '¿Qué ciudad semejante a la gran ciudad?'.
Echaron polvo sobre sus cabezas y gritaban llorando y lamentándose, diciendo: '¡Ay, ay de la gran ciudad, de cuya opulencia se enriquecieron cuantos ten an las naves en el mar! Porque en una hora quedó desierta.
Un ángel poderoso levantó una piedra, como una gran rueda de molino, y la arrojó al mar, diciendo: 'Con este mismo mpetu será arrojada Babilonia, la gran ciudad; y no aparecerá nunca jamás.
Por eso, en un solo d a vendrán sus plagas: peste y llanto y hambre, y será abrasada por el fuego; porque poderoso es el Se or Dios que la ha juzgado.