Y cuando el fruto está a punto, en seguida aquel hombre manda meter la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega'.
Apocalipsis 14:18 - Biblia Castilian 2003 Salió del altar otro ángel, que ten a poder sobre el fuego; y gritó con gran voz al que ten a la hoz afilada: 'Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la vi a de la tierra, porque sus uvas están en sazón'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». Biblia Católica (Latinoamericana) Otro ángel, el que está encargado del fuego, salió del altar y gritó al que llevaba la hoz afilada: 'Mete tu hoz afilada y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque ya están bien maduros. La Biblia Textual 3a Edicion Y de junto al altar salió otro ángel que tiene poder sobre el fuego, y habló° con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciendo: ¡Mete° tu hoz afilada, y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas están maduras! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego; y gritó con gran voz al que tenía la hoz afilada: 'Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas están en sazón'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y otro ángel salió del altar, el cual tenía poder sobre el fuego, y clamó con gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. |
Y cuando el fruto está a punto, en seguida aquel hombre manda meter la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega'.
Y o que el altar dec a: 'As es, Se or, Dios todopoderoso. Verdaderos y justos son tus juicios'.
El cuarto derramó su copa sobre el sol y le fue concedido abrasar a los hombres con fuego.
Vino otro ángel y se puso en pie, junto al altar, con un incensario de oro. Se le dio gran cantidad de incienso para que lo ofreciese, junto con las oraciones de todo el pueblo santo, sobre el altar de oro que está delante del trono.