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Apocalipsis 14:11 - Biblia Castilian 2003

El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos; y no tienen reposo ni de d a ni de noche los que adoran la bestia y su imagen y reciben la marca de su nombre'.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

No hay reposo, ni de día ni de noche, para los que adoran a la bestia y a su imagen, ni para quienes se dejan marcar con la marca de su nombre. El humo de su tormento se eleva por los siglos de los siglos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y el humo de su tormento sube por siglos y siglos,° y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, y cualquiera que recibe la marca de su nombre!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos; y no tienen reposo ni de día ni de noche los que adoran la bestia y su imagen y reciben la marca de su nombre'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamás; y los que adoran a la bestia y a su imagen no tienen reposo ni de día ni de noche, ni cualquiera que reciba la marca de su nombre.

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Lòt tradiksyon



Apocalipsis 14:11
30 Referans Kwoze  

y mirando hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la tierra del contorno, vio que el humo sub a de la tierra como la humareda de un horno.


Yahveh reina por los siglos: fenecen los gentiles alejados de su tierra.


Alabanza. De David. Yo te quiero ensalzar, mi Dios, el rey, quiero por siempre bendecir tu nombre,


Yahveh reinará por siempre jamás.


Temieron en Sión los pecadores, temblor sobrecogió a los imp os. ¿Quién de nosotros morará en fuego devorador? ¿Quién de nosotros morará en hogueras eternas?


Ni de noche ni de d a se extinguirá, perpetuamente subirá su humo. De edad en edad quedará desolado, por los siglos de los siglos nadie lo atravesará.


Porque es el d a de la venganza de Yahveh, el a o de desquite en el pleito de Sión.


Los malos son como el mar embravecido, que no puede calmarse, y cuyas aguas remueven fango y cieno.


El que no se postre y no la adore, será arrojado al instante a un horno de fuego ardiente'.


Venid a m todos los que estáis rendidos y agobiados por el trabajo, que yo os daré descanso.


Entonces dirá también el rey a los de la izquierda: 'Apartaos de m, malditos, al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles.


Y éstos irán a un castigo eterno y los justos a una vida eterna'.


Entre esas naciones no tendrás sosiego ni hallarás lugar donde posar la planta de tu pie. All te dará Yahveh un corazón trémulo, ojos desalentados y congoja de esp ritu.


Y en cambio, respecto del Hijo: Tu trono, oh Dios, subsiste para siempre; y tu cetro real es un cetro justiciero.


Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que dec an: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Se or y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.


Ejerce toda la autoridad de la primera bestia al servicio de ésta; hace que la tierra y sus moradores adoren a la primera bestia, a aquella cuya herida mortal fue curada.


Se le concedió infundir esp ritu en la imagen de la bestia y que la imagen de la bestia pudiera hablar y pudiera condenar a la muerte a cuantos no adoraran la imagen de la bestia.


y que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, el nombre de la bestia o la cifra de su nombre.


Los segu a otro ángel, el tercero, que dec a con gran voz: 'Si alguno adora la bestia y su imagen y recibe su marca en la frente o en la mano,


y clamaron al contemplar la humareda de su incendio: '¿Qué ciudad semejante a la gran ciudad?'.


Llorarán y pla irán por ella los reyes de la tierra, los que con ella fornicaron y se entregaron al lujo, cuando vean la humareda de su incendio,


Por segunda vez dijeron: '¡Aleluya!'. Su humareda sube por los siglos de los siglos.


El diablo que los hab a seducido fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la bestia y el falso profeta, y serán atormentados d a y noche por los siglos de los siglos.


Ya no habrá noche, y no necesitan luz de lámpara ni luz de sol, porque el Se or, Dios, los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos.


diciendo: 'Amén. La bendición y la gloria, la sabidur a y la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén'.