descargó contra ellos su furor, el enfado, la ira, la opresión, mensajeros del mal en comitiva.
Apocalipsis 12:7 - Biblia Castilian 2003 Se entabló una batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. El dragón presentó batalla, junto con sus ángeles. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces hubo guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón y sus ángeles. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se desató una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, La Biblia Textual 3a Edicion Estalló una batalla en el cielo: Miguel° y sus ángeles para luchar contra el dragón; y luchó el dragón y sus ángeles, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se entabló una batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. El dragón presentó batalla, junto con sus ángeles. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles, |
descargó contra ellos su furor, el enfado, la ira, la opresión, mensajeros del mal en comitiva.
Porque está ebria mi espada en los cielos. Mirad: baja contra Edom, contra el pueblo condenado por m al exterminio.
Mira: testigo para los clanes lo hice, caudillo y soberano de los pueblos.
El pr ncipe del reino de Persia se me ha opuesto durante veintiún d as; mas Miguel, uno de los primeros pr ncipes, vino en mi ayuda, y yo le he dejado all, junto al pr ncipe de los reyes de Persia.
Pero yo te revelaré lo que está consignado en el Libro de la Verdad. No hay nadie que me ayude contra ellos, salvo Miguel, vuestro jefe,
'En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran pr ncipe, el defensor de los hijos de tu pueblo; será un tiempo de angustia, cual no lo ha habido desde que existen las naciones hasta entonces. En aquel tiempo se salvará tu pueblo, todos los que estén inscritos en el libro.
el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los escandalosos y a los que cometen maldades,
Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces dará a cada uno conforme a su conducta.
Y enviará a sus ángeles con potente trompeta, para que reúnan a sus elegidos desde los cuatro vientos, de un extremo a otro de los cielos.
Entonces dirá también el rey a los de la izquierda: 'Apartaos de m, malditos, al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles.
¿O crees tú que no puedo acudir a mi Padre, que inmediatamente me enviar a más de doce legiones de ángeles?
o sea, a causa de tan grandes revelaciones. Por eso, para que no me arrastre la soberbia, se me clavó un aguijón en la carne: un enviado de Satanás, para que me abofetee, a fin de que no me envanezca.
porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, con los seres espirituales de la maldad que están en las alturas.
mientras que vosotros, los atribulados, encontraréis, junto con nosotros, el debido reposo, cuando el Se or Jesús aparezca bajando del cielo con sus poderosos ángeles,
Porque conven a que aquel que es origen y fin de todo, al conducir a la gloria a la multitud de los hijos, llevara al autor de esta salvación hasta la perfección por medio del sufrimiento.
Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en el abismo, en cavernas tenebrosas, los entregó para ser custodiados hasta el juicio.
Cuando el arcángel Miguel, oponiéndose al diablo, discut a sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir un juicio injurioso, sino que dijo: 'Que el Se or te reprenda'.
Fue arrojado el gran dragón, la antigua serpiente, el que se llama Diablo y Satanás, el que seduce al universo entero. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Se le permitió combatir contra el pueblo santo y vencerlo. Y se le concedió poder sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
Se apoderó del dragón, de la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo encadenó por mil a os.