Apocalipsis 11:10 - Biblia Castilian 2003 Los moradores de la tierra se alegrarán y regocijarán a costa de ellos y se enviarán mutuos regalos, porque estos dos profetas atormentaron a los moradores de la tierra'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que pertenecen a este mundo se alegrarán y se harán regalos unos a otros para celebrar la muerte de los dos profetas que los habían atormentado. Biblia Católica (Latinoamericana) Los habitantes de la tierra se alegran y se felicitan por ello, y se intercambian regalos, porque estos dos profetas eran para ellos un tormento. La Biblia Textual 3a Edicion Y los que habitan en la tierra se regocijan sobre ellos y lo celebran,° y se enviarán regalos unos a otros, porque ellos atormentaron a los que habitan sobre la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los moradores de la tierra se alegrarán y regocijarán a costa de ellos y se enviarán mutuos regalos, porque estos dos profetas atormentaron a los moradores de la tierra'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos, y se alegrarán, y se enviarán dones unos a otros; porque estos dos profetas han atormentado a los que moran sobre la tierra. |
Ajab dijo a El as: '¡Otra vez a mi encuentro mi enemigo!'. Él le respondió: 'S; otra vez a tu encuentro. Por haberte vendido para hacer el mal a los ojos de Yahveh,
Dijo entonces el rey de Israel a Josafat: '¿No te dec a yo que nunca me profetiza bienes, sino solamente males?'.
El rey de Israel respondió a Josafat: 'Queda todav a un hombre por medio del cual se puede consultar a Yahveh; pero yo siento aversión hacia él, porque nunca me profetiza bienes, sino solamente males. Es Miqueas, hijo de Yimlá'. Josafat le dijo: 'No hable el rey as '.
Observa tú y atiéndeme, Se or, Dios m o; ilumina mis ojos, no me duerma en la muerte;
No se r an de m mis falaces enemigos, ni se gui en el ojo los que sin causa me aborrecen.
Los jefes dijeron al rey: 'Hay que matar a este hombre, porque de este modo debilita las manos de los combatientes que quedan en esta ciudad y las manos de toda la población, diciéndoles semejantes cosas. Es claro que este hombre no busca el bien de este pueblo, sino el mal'.
Exultad, pues; s, regocijaos, expoliadores de mi heredad; brincad como becerros en la oto ada, relinchad como los sementales.
No te deleites mirando a tu hermano en el d a de su desgracia; no te alegres de los hijos de Judá en el d a de su ruina; no digas palabras insolentes en el d a de su angustia.
No te alegres a mi costa, enemiga m a, pues si caigo, me levanto, y si vivo en las tinieblas, Yahveh es mi luz.
Seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que se mantenga firme hasta el final, éste se salvará.
De verdad os lo aseguro: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras que el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegr a.
A vosotros no os puede odiar el mundo; pero a m me odia, porque el testimonio que doy contra él es de que sus obras son malas.
Cuando el dragón se vio arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que hab a dado a luz al varón.
Seduce, con los prodigios que le permitieron hacer al servicio de la bestia, a los moradores de la tierra, diciéndoles que hagan una imagen en honor de la bestia que, a pesar de la herida de la espada, sobrevivió.
La adorarán todos los habitantes de la tierra, todos aquellos cuyo nombre no está escrito, desde la creación del mundo, en el libro de la vida del Cordero degollado.
El quinto derramó su copa sobre el trono de la bestia. Su reino se cubrió de tinieblas y la gente se mord a la lengua de dolor.
Porque has guardado la consigna de mi constancia, también yo te guardaré en la hora de la prueba que va a venir sobre todo el mundo para probar a los que habitan sobre la tierra.