Tú te envuelves en luz como en un manto y despliegas los cielos como tienda. Tú el que sobre las aguas apuntala tus altos aposentos; el que toma las nubes por su carro y camina en las alas de los vientos;
Apocalipsis 10:1 - Biblia Castilian 2003 Vi a otro ángel poderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube. Ten a sobre su cabeza el arcoiris; su rostro era como el sol y sus piernas como columnas de fuego. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo envuelto en una nube con un arco iris sobre su cabeza. Su cara brillaba como el sol, y sus pies eran como columnas de fuego. Biblia Católica (Latinoamericana) Vi después a otro ángel formidable que bajaba del cielo envuelto en una nube; el arco iris rodeaba su cabeza, su cara era como el sol y sus piernas como columnas de fuego. La Biblia Textual 3a Edicion Vi a otro ángel fuerte, que descendía del cielo envuelto en una nube: el arco iris estaba sobre su cabeza, y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vi a otro ángel poderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube. Tenía sobre su cabeza el arcoiris; su rostro era como el sol y sus piernas como columnas de fuego. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, envuelto en una nube, y un arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. |
Tú te envuelves en luz como en un manto y despliegas los cielos como tienda. Tú el que sobre las aguas apuntala tus altos aposentos; el que toma las nubes por su carro y camina en las alas de los vientos;
Y sucedió que mientras Aarón estaba hablando a toda la comunidad de los israelitas, volviéronse éstos de cara al desierto y apareció la gloria de Yahveh en forma de nube.
Sus piernas, columnas de alabastro, asentadas en basas de oro. Su semblante, como el L bano, cual los cedros, airoso.
Oráculo contra Egipto. Mirad a Yahveh que cabalga sobre una nube ligera y llega a Egipto. Tiemblan ante él los dioses de Egipto, el corazón de Egipto desmaya en su pecho.
Me sucede como en los d as de Noé: como juré que las aguas de Noé no inundar an más la tierra, as juro no irritarme contra ti ni reprenderte.
Como la apariencia del arco iris que hay en las nubes un d a de lluvia, as era la apariencia del resplandor que hab a alrededor: tal era la apariencia de la figura de la imagen de Yahveh. Al verlo, ca de bruces y o la voz de uno que hablaba.
Su cuerpo era como crisólito, su rostro parecia un relámpago, sus ojos como antorchas encendidas, sus brazos y sus piernas como el brillo del bronce bru ido, y el sonido de sus palabras como el clamor de una multitud.
Continué observando en la visión nocturna, y de pronto vi que, con las nubes del cielo, ven a como un hijo de hombre; avanzó hacia el anciano, le fue llevado a su presencia.
Y all se transfiguró delante de ellos: su rostro resplandeció como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con poder o y grande majestad.
a medio d a, por el camino, vi, oh rey, que me rodeaba, a m y a los que conmigo iban, una luz proveniente del cielo que superaba el resplandor del sol.
Ved que viene con las nubes. Y lo verán todos, incluso los que lo traspasaron. Y por él se lamentarán todas las tribus de la tierra. S. Amén.
Después vi otro ángel que bajaba del cielo; ten a gran poder y su gloria iluminó la tierra.
Un ángel poderoso levantó una piedra, como una gran rueda de molino, y la arrojó al mar, diciendo: 'Con este mismo mpetu será arrojada Babilonia, la gran ciudad; y no aparecerá nunca jamás.
Vi después un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y con una gran cadena en la mano.
El que estaba sentado ten a un aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardónice. Y el nimbo que rodeaba el trono ten a el aspecto de una esmeralda.
Vi también a un ángel poderoso, que pregonaba con gran voz: '¿Quién es digno de abrir el rollo y de soltar sus sellos?'.
Miré y o que un águila que volaba en lo más alto del cielo dec a con gran voz: '¡Ay, ay, ay de los que habitan sobre la tierra, por causa de los demás toques de trompeta de los tres ángeles que están a punto de tocarla!'.