y fue a sentarse enfrente a la distancia de un tiro de arco, porque dec a: 'No quiero ver morir al ni o'. Se sentó enfrente y lloró, a gritos.
Amós 8:10 - Biblia Castilian 2003 Cambiaré en llanto vuestras fiestas, y todos vuestros cantos en lamento; pondré un saco en todas las cinturas, y en todas las cabezas tonsura; haré que haya duelo como por el hijo único, y su fin será como d a de amargura. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo. Biblia Nueva Traducción Viviente Convertiré sus celebraciones en lamentos y su cantar en llanto. Se vestirán de luto y se raparán la cabeza en señal de dolor, como si su único hijo hubiera muerto. ¡Qué tan amargo será ese día! Biblia Católica (Latinoamericana) Cambiaré sus fiestas en velorio y sus cantos en lamentos. Haré que todo el mundo se vista de saco y que todos se rapen la cabeza. Ese día habrá tanto pesar como en los funerales de un hijo único; y el porvenir no será menos amargo. La Biblia Textual 3a Edicion Convertiré vuestras solemnidades en duelo, Y todos vuestros cánticos en lamentos; Haré vestir cilicio sobre todo lomo, Y que toda cabeza se rape,° Les daré un duelo como por el unigénito, Al término de un amargo día. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cambiaré en llanto vuestras fiestas, y todos vuestros cantos en lamento; pondré un saco en todas las cinturas, y en todas las cabezas tonsura; haré que haya duelo como por el hijo único, y su fin será como día de amargura. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tornaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en endechas; y pondré cilicio sobre todo lomo, y calvicie sobre toda cabeza; y haré que sea como duelo por hijo único, y su postrimería como día de amargura. |
y fue a sentarse enfrente a la distancia de un tiro de arco, porque dec a: 'No quiero ver morir al ni o'. Se sentó enfrente y lloró, a gritos.
Cuando está llenando su vientre, Dios le arroja el ardor de su ira, le cubre la carne con lluvia de flechas.
¡Envuélvanlo tinieblas y sombras, pósese sobre él oscura nube, llénelo de espanto un eclipse solar!
Y sucederá que: en vez de perfume habrá podredumbre; en vez de ce idor, una cuerda; en vez de trenzas, calva; en vez de lujosos vestidos, faja de saco; en vez de bello rostro, cicatrices.
Tu propia maldad te castiga, tus apostas as te escarmientan. Reconoce y advierte que es malo y amargo el haber dejado a Yahveh, tu Dios, y que en ti no se halle mi temor - oráculo del Se or Yahveh Sebaot -.
S; todas las cabezas están decalvadas y todas las barbas rapadas; hay incisiones en todas las manos, y sacos en todas las cinturas.
Hija de mi pueblo, c ete de saco, revuélcate en el polvo; haz duelo como por hijo único, una lamentación amargu sima, pues de improviso vendrá el devastador contra nosotros.
Se ce irán de saco, los cubrirá el terror; todas las caras sonrojadas; todas las cabezas rapadas.
'Hijo de hombre, di: as dice el Se or Yahveh al pa s de Israel: 'El fin ha llegado, ha llegado el fin a los cuatro confines de la tierra.
Por eso volveré a tomar mi trigo a su tiempo y mi mosto en su sazón; recobraré mi lana y mi lino con que ella cubr a su desnudez.
Pondré fin a toda su alegr a, a sus fiestas, sábados y novilunios, y todas sus solemnidades.
Si a un hombre se le cae el pelo de la coronilla y queda calvo por la parte posterior es puro.
Gemirán las cantoras del palacio en aquel d a - oráculo del Se or Yahveh -. Los cadáveres serán numerosos; a cualquier lugar se les arrojará en silencio'.
Como mara a de zarzas, como paja reseca serán devorados los que se hartan de vino en sus festines.
'Pero sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén derramaré un esp ritu de gracia y de oración, y mirarán a aquel a quien ellos mismos traspasaron. Harán duelo por él como se hace duelo por el hijo único y llorarán amargamente por él como se llora amargamente por el primogénito.
Te regocijarás en tu fiesta, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que vivan dentro de tus ciudades.