Un varón de Dios llegó de Judá a Betel, por mandato de Yahveh, cuando Jeroboán estaba de pie junto al altar para quemar incienso,
Amós 7:16 - Biblia Castilian 2003 Ahora escucha la palabra de Yahveh: Tú dices: 'No profetices contra Israel ni vaticines contra la casa de Isaac'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ahora, pues, oye palabra de Jehová. Tú dices: No profetices contra Israel, ni hables contra la casa de Isaac. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora bien, escuchen este mensaje del Señor: “Tú dices: ‘No profetices contra Israel. Deja de predicar contra mi pueblo’. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues bien, escucha, tú que dices: ¡Basta de profecías contra Israel; deja de insultar a la raza de Isaac!' La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, oye esta palabra de YHVH: Tú dices: No profetices contra Israel, Ni vaticines contra la casa de Isaac. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora escucha la palabra de Yahveh: Tú dices: 'No profetices contra Israel ni vaticines contra la casa de Isaac'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora, pues, oye la palabra de Jehová. Tú dices: No profetices contra Israel, ni hables contra la casa de Isaac. |
Un varón de Dios llegó de Judá a Betel, por mandato de Yahveh, cuando Jeroboán estaba de pie junto al altar para quemar incienso,
Pero Miqueas prosiguió: 'Escucha ahora el oráculo de Yahveh: he visto a Yahveh sentado en su trono. Todo el ejército del cielo estaba de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda.
Hizo lo que es malo a los ojos de Yahveh, pues no se apartó de ninguno de los pecados que Jeroboán, hijo de Nebat, hizo cometer a Israel.
que dicen a los videntes: 'No veáis', y a los profetas: 'No nos profeticéis verdades, decidnos cosas halagüe as profetizad ilusiones;
'Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan. Dirás a los que profetizan por su propia voluntad: escuchad la palabra de Yahveh.
'Hijo de hombre, vuelve tu rostro en dirección al sur, vaticina hacia el mediod a, profetiza contra el bosque de la región del Negueb.
Pero vosotros hac ais beber vino a los nazireos, y a los profetas disteis esta orden: '¡No profeticéis!'.
No continúes profetizando en Betel, porque es un santuario real y un templo nacional'.
¡Dejad de babear - babean ellos -! ¡No babeéis de este modo! No nos tocará el deshonor.
Descienda como lluvia mi doctrina, fluya cual roc o mi palabra, como mansa llovizna sobre el césped, como un aguacero sobre la hierba verde.
Pero Samuel dijo a Saúl: '¡Basta ya! Déjame que te declare lo que Yahveh me dijo esta noche'. Él le respondió: 'Habla'.