y le dijo: '¡No tenga en cuenta, mi se or, mi falta, ni hagas memoria de la iniquidad que cometió tu siervo el d a en que el rey, mi se or, sal a de Jerusalén! ¡No lo guarde el rey en su corazón!
Amós 5:6 - Biblia Castilian 2003 Buscad a Yahveh y viviréis, no sea que él invada, como el fuego, la casa de José, y devore, sin que haya quien lo apague, la casa de Israel. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Buscad a Jehová, y vivid; no sea que acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Vuelvan a buscar al Señor y vivan! De lo contrario, él pasará por Israel como un fuego y los devorará completamente. Sus dioses en Betel no serán capaces de apagar las llamas. Biblia Católica (Latinoamericana) Busquen a Yavé y vivirán,
no sea que él mande fuego
sobre la casa de José y la consuma,
sin que haya nadie para apagarlo. La Biblia Textual 3a Edicion Buscad a YHVH y viviréis, No sea que acometa a la casa de José, Y la devore como un fuego, Y no haya nadie en Bet-’El° para apagarlo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Buscad a Yahveh y viviréis, no sea que él invada, como el fuego, la casa de José, y devore, sin que haya quien lo apague, la casa de Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Buscad a Jehová, y vivid; no sea que Él acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin haber en Betel quien lo apague. |
y le dijo: '¡No tenga en cuenta, mi se or, mi falta, ni hagas memoria de la iniquidad que cometió tu siervo el d a en que el rey, mi se or, sal a de Jerusalén! ¡No lo guarde el rey en su corazón!
Jeroboán demostró ser hombre de valer. Y al ver Salomón cómo el joven realizaba su trabajo, lo puso al frente de todos los servicios de prestación personal de la casa de José.
Por haberme abandonado y por haber quemado incienso a dioses extra os, provocando as mi ira con todas las obras de sus manos, se ha encendido mi cólera contra este lugar y no se apagará'.
De ti me dicta el corazón: 'Requerid mi presencia': tu presencia es, Se or, lo que yo busco.
Los humildes, al verlo, gozarán: los que buscáis a Dios, arriba los corazones,
Si uno deja a otro en depósito dinero o utensilios y son robados de la casa del depositario, el ladrón, si es descubierto, restituirá el doble.
Será como estopa el hombre robusto y su obra, chispa; arderán a una los dos sin que nadie los apague.
Inclinad vuestro o do y venid a m, escuchadme y viviréis. Quiero sellar con vosotros una alianza eterna, las gracias permanentes de David.
'No te entregarán - replicó Jerem as -. Escucha, pues, la voz de Yahveh en lo que te digo, y te irá bien y as salvarás tu vida.
Circuncidaos para Yahveh, quitad el prepucio de vuestros corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén, no sea que se desfogue como fuego mi furor y queme, sin que haya quien lo apague, por la maldad de vuestras obras'.
Por eso, as dice el Se or Yahveh: mirad que mi ira y mi furor se va a volcar en este lugar sobre los hombres y sobre los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra; y arderá sin apagarse'.
Di al bosque del Negueb: escucha la palabra de Yahveh. As dice el Se or Yahveh: 'Mira: voy a prenderte fuego, que devorará en ti todo árbol verde y todo árbol seco; no se apagará la abrasadora llama, de tal modo que arderá toda la superficie desde el sur hasta el norte'.
Diles: por mi vida - oráculo del Se or Yahveh -, que no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado se convierta de su conducta y viva. Convert os, convert os de vuestra mala conducta. ¿Por qué queréis morir, casa de Israel?'
les responderás: as dice el Se or Yahveh: 'Mirad, voy a tomar la vara de José - que está en la mano de Efra n - y las tribus de Israel que hay en él, y voy a poner sobre ella la vara de Judá, para formar con ellas una sola vara, de modo que sean una sola cosa en mi mano'.
el d a en que yo castigue a Israel por los cr menes que pesan sobre él, me vengaré de los altares de Betel: serán cortados los cuernos del altar y caerán por tierra.
Buscad el bien, no el mal y viviréis; y as sucederá que Yahveh, Dios Sebaot, estará con vosotros, tal como dec s.
beben vino en jarras, se ungen con aceite de primera calidad y no se afligen del desastre de José.
Buscad a Yahveh, pobres todos del pa s, que cumpl s sus mandamientos. Buscad la justicia, buscad la humildad; quizá podáis hallar cobijo el d a de la ira de Yahveh.
Yo haré fuerte la casa de Judá, salvaré la casa de José; los volveré a casa, porque me apiado de ellos, como si nunca los hubiera rechazado, pues yo soy Yahveh, su Dios, y los escucho.
Porque fuego ardiente se enciende en mi rostro, que quema hasta el seol más profundo; que devora la tierra y sus productos, que abrasa los cimientos de los montes.
Dividirán la tierra en siete partes. Judá permanecerá en su territorio, al mediod a, y la casa de José se quedará en el suyo, al norte.