Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, le abren.
3 Juan 1:9 - Biblia Castilian 2003 He mandado algún escrito a la iglesia; pero Diotrefes, que ambiciona el primer puesto entre ellos, no nos recibe. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Biblia Nueva Traducción Viviente Le escribí a la iglesia acerca de esto, pero Diótrefes —a quien le encanta ser el líder— no quiere tener nada que ver con nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) Convenía que yo escribiera a la Iglesia, pero a Diotrefes le gusta tanto el mando que no nos hace caso. La Biblia Textual 3a Edicion Escribí alguna cosa° a la iglesia, pero Diótrefes, que ambiciona la primacía, no nos reconoce.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 He mandado algún escrito a la iglesia; pero Diotrefes, que ambiciona el primer puesto entre ellos, no nos recibe. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo he escrito a la iglesia; mas Diótrefes, que ama tener la preeminencia entre ellos, no nos recibe. |
Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, le abren.
Pero ellos se callaron, porque en el camino hab an discutido entre s sobre quién era el mayor.
'Todo el que acoge a uno de estos ni os en mi nombre, es a m a quien acoge; y quien me acoge a m, no me acoge a m, sino a aquel que me envió'.
y les dijo: 'Quien acoge a este ni o en mi nombre, es a m a quien acoge; y quien me acoge a m, acoge a aquel que me envió. Porque el que es más peque o entre todos vosotros, ése es grande'.
Amaos cordialmente los unos a los otros con el cálido afecto de hermanos. En cuanto a la deferencia, tened por más dignos a los demás.
Él es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia; él, que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que as él tenga primac a en todo:
Quien se propasa y no permanece en la doctrina de Cristo no tiene a Dios. El que permanece en la doctrina, éste tiene tanto al Padre como al Hijo.
Por lo tanto, somos nosotros los que debemos acoger a tales hermanos, para trabajar juntos en la verdad.