¡Ánimo, pues, Zorobabel! - oráculo de Yahveh -. ¡Ánimo, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote! ¡Ánimo, pueblo todo del pa s! - oráculo de Yahveh -. ¡Manos a la obra! Porque yo estoy con vosotros - oráculo de Yahveh Sebaot -,
2 Timoteo 2:1 - Biblia Castilian 2003 Tú, pues, hijo m o, saca fuerzas de la gracia que hay en Cristo Jesús. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Biblia Nueva Traducción Viviente Timoteo, mi querido hijo, sé fuerte por medio de la gracia que Dios te da en Cristo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) En cuanto a ti, hijo, que tu fuerza sea la gracia que tienes en Cristo Jesús. La Biblia Textual 3a Edicion Tú pues hijo mío, sé fortalecido con la gracia que hay en Jesús el Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tú, pues, hijo mío, saca fuerzas de la gracia que hay en Cristo Jesús. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. |
¡Ánimo, pues, Zorobabel! - oráculo de Yahveh -. ¡Ánimo, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote! ¡Ánimo, pueblo todo del pa s! - oráculo de Yahveh -. ¡Manos a la obra! Porque yo estoy con vosotros - oráculo de Yahveh Sebaot -,
Te transmito estas instrucciones, hijo m o Timoteo, teniendo en cuenta las profec as un tiempo pronunciadas sobre ti, para que, apoyado en ellas, puedas combatir el buen combate,
a Timoteo, verdadero hijo en la fe: gracia, misericordia, paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Se or.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, para anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús,
al querido hijo Timoteo: Gracia, misericordia, paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Se or.
Pues el Esp ritu que Dios nos dio no es de timidez sino de fortaleza, de amor y de autodominio.
Por eso, todo lo sufro por amor a los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que está en Cristo Jesús con gloria eterna.
Pero el Se or me asistió y me dio fuerzas, de tal manera que, por mi medio, hubo una plena proclamación de la palabra y llegó a o dos de todos los gentiles; y yo mismo fui librado de las fauces del león.
Sé, pues, fuerte y muy animoso, y procura obrar en todo conforme a la ley que Moisés, mi siervo, te mandó. No te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito adondequiera que vayas.
Creced en gracia y conocimiento de nuestro Se or y Salvador Jesucristo. A él la gloria ahora y para el d a de la eternidad. [Amén.]