2 Tesalonicenses 1:3 - Biblia Castilian 2003 Tenemos que dar gracias a Dios sin cesar por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe se acrecienta con vigor y cada vez es mayor el amor de cada uno de vosotros por los demás. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; Biblia Nueva Traducción Viviente Amados hermanos, no podemos más que agradecerle a Dios por ustedes, porque su fe está floreciendo, y el amor de unos por otros, creciendo. Biblia Católica (Latinoamericana) Debemos dar gracias a Dios en todo tiempo por ustedes, hermanos. Es justo hacerlo, ya que siguen progresando en la fe y crece el amor de cada uno a los hermanos. La Biblia Textual 3a Edicion Estamos obligados, hermanos, a dar siempre gracias a Dios por vosotros, porque es justo, pues vuestra fe crece abundantemente, y el amor mutuo de cada uno de todos vosotros abunda, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tenemos que dar gracias a Dios sin cesar por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe se acrecienta con vigor y cada vez es mayor el amor de cada uno de vosotros por los demás. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo sobremanera, y la caridad de cada uno de vosotros, abunda más y más de unos para con otros; |
Al pasar por el valle de los bálsamos, lo tornan manantial, y la lluvia primera lo viste de sus dádivas.
Germinarán los justos como palmas, se erguirán como los cedros en el L bano.
La senda de los justos es como la luz del alba, que aumenta en claridad hasta el pleno d a;
pero hab a que hacer fiesta y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido hallado''.
Todo sarmiento m o que no da fruto lo corta; y todo el que da fruto lo poda, para que dé más todav a.'
Primeramente, doy gracias a mi Dios, por mediación de Jesucristo, a causa de todos vosotros, porque vuestra fe es celebrada en todo el mundo.
Doy siempre gracias a mi Dios por vosotros, por la gracia de Dios que os ha sido dada en Cristo Jesús.
Nuestra jactancia no nos lleva a traspasar la medida aprovechándonos de trabajos ajenos; por el contrario, tenemos esperanza de que, creciendo la fe entre vosotros, creceremos hasta el desbordamiento de nuestra medida,
con incesantes acciones de gracias por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Se or Jesucristo.
Y es justo, en efecto, que yo tenga estos sentimientos con respecto a todos vosotros, porque os llevo en mi corazón, part cipes como sois todos vosotros de mi gracia, tanto en mis cadenas como en la defensa y consolidación del evangelio.
Y ésta es mi oración: que vuestro amor crezca más y más en conocimiento perfecto y en sensibilidad para todo,
Y a vosotros, que el Se or os colme, hasta rebosar, de amor unos con otros y para con todos, a la medida del amor que os profesamos,
Ahora, Timoteo acaba de llegar aqu de vuestro lado y nos ha tra do buenas noticias de vuestra fe y de vuestro amor, y de que siempre conserváis recuerdo de nosotros y que estáis deseando vernos, como nosotros a vosotros.
¿Qué acción de gracias podemos dar a Dios a cambio de toda esa alegr a que experimentamos por vosotros ante nuestro Dios?
Por lo demás, hermanos, éste es nuestro ruego y nuestra exhortación en el Se or Jesús: que ya que aprendisteis de nosotros de qué manera debéis portaros para agradar a Dios, que os portéis as y as sigáis progresando más y más.
Y ahora, hermanos, a propósito de la parus a de nuestro Se or Jesucristo y de nuestra reunión con él, os hacemos un ruego:
Nosotros, en cambio, debemos dar constantemente gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Se or, porque Dios os ha escogido como primicias para la salvación por la santificación del Esp ritu y por la fe en la verdad.
Una vez ya purificados con la sumisión a la verdad ordenada a un sincero amor fraterno, amaos de corazón y con sinceridad unos a otros.
Considero mi deber, mientras habito en esta tienda de campa a, mantener viva vuestra memoria,
Creced en gracia y conocimiento de nuestro Se or y Salvador Jesucristo. A él la gloria ahora y para el d a de la eternidad. [Amén.]