Respondió él: '¡Oh rey mi se or! Mi criado me enga ó, pues tu siervo le hab a dicho: 'Aparéjame el asno, montaré sobre él para ir con el rey, pues tu siervo es cojo'.
2 Samuel 9:13 - Biblia Castilian 2003 pero Meribaal resid a en Jerusalén, pues com a siempre a la mesa del rey. Estaba tullido de ambos pies. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies. Biblia Nueva Traducción Viviente Y Mefiboset, quien estaba lisiado de ambos pies, vivía en Jerusalén y comía a la mesa del rey. Biblia Católica (Latinoamericana) pero Meribaal residía en Jerusalén donde todos los días comía a la mesa del rey. Era tullido de ambas piernas. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Mefi-boset, que estaba tullido de ambos pies, moraba en Jerusalem, porque comía siempre a la mesa del rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pero Meribaal residía en Jerusalén, pues comía siempre a la mesa del rey. Estaba tullido de ambos pies. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y moraba Mefiboset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y era cojo de ambos pies. |
Respondió él: '¡Oh rey mi se or! Mi criado me enga ó, pues tu siervo le hab a dicho: 'Aparéjame el asno, montaré sobre él para ir con el rey, pues tu siervo es cojo'.
Jonatán, hijo de Saúl, ten a un hijo tullido de los dos pies. Ten a cinco a os cuando llegó de Yizreel la noticia sobre lo de Saúl y Jonatán. Su nodriza lo tomó para huir pero, en la precipitación de la huida, el ni o se cayó y quedó cojo. Se llamaba Meribaal.
Ten a Meribaal un hijo peque o, llamado Micá. Todos los que moraban en la casa de Sibá eran siervos de Meribaal,
Dijo entonces el rey: '¿No existe en la familia de Saúl alguno a quien pueda yo mostrar una benevolencia divina?'. Replicó Sibá al rey: 'Aún vive un hijo de Jonatán, tullido de ambos pies'.
'No temas, le dijo David, porque quiero tratarte con benevolencia por amor a Jonatán, tu padre. Voy a restituirte todas las tierras de Saúl, tu abuelo, y comerás siempre a mi mesa'.
Hizo que se quitara los vestidos de prisionero y que comiera siempre a su mesa durante todos los d as de su vida.