Joab le advirtió: 'Si los arameos me dominan, vienes en mi auxilio, y si los amonitas te dominan a ti, acudiré yo en tu ayuda.
2 Samuel 8:12 - Biblia Castilian 2003 de Edom, Moab y Amón, de los filisteos y amalecitas, y asimismo del bot n de Hadadézer, hijo de Rejob, rey de Sobá. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 de los sirios, de los moabitas, de los amonitas, de los filisteos, de los amalecitas, y del botín de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba. Biblia Nueva Traducción Viviente —de Edom, de Moab, de Amón, de Filistea y de Amalec— y de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba. Biblia Católica (Latinoamericana) Aram, Moab, los amonitas, los filisteos, Amalec; también estaba allí el tesoro que había quitado a Hadadezer, hijo de Rejob, rey de Saba. La Biblia Textual 3a Edicion De Aram, de Moab, de los amonitas, de los filisteos, de Amalec y del despojo de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba. Biblia Serafín de Ausejo 1975 de Edom, Moab y Amón, de los filisteos y amalecitas, y asimismo del botín de Hadadézer, hijo de Rejob, rey de Sobá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De Siria, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos, de Amalec, y del despojo de Hadad-ezer, hijo de Rehob, rey de Soba. |
Joab le advirtió: 'Si los arameos me dominan, vienes en mi auxilio, y si los amonitas te dominan a ti, acudiré yo en tu ayuda.
Cuando los amonitas vieron que los arameos hab an huido, se dieron también ellos a la fuga ante Abisay y se replegaron a la ciudad. Luego Joab suspendió la expedición contra los amonitas y entró en Jerusalén.
Derrotó también a los moabitas y, haciéndolos tenderse en el suelo, los midió a cordel; condenó a muerte a dos cordeles y al tercer cordel los dejó con vida. As, los moabitas quedaron sometidos a David y le pagaban tributo.
El rey David los consagró también a Yahveh, juntamente con la plata y el oro que hab a recogido de todas las naciones: de Edom, de Moab y de Amón, de los filisteos y los amalecitas.
Apresó vivo a Agag, rey de Amalec, y pasó a filo de espada a todo el pueblo, en cumplimiento del anatema.
David y sus hombres sub an y hac an incursiones contra los guesuritas, los guirzitas y los amalecitas, pues éstos habitaban la región que se extiende desde Telán, en dirección a Sur, hasta la tierra de Egipto.
David los batió desde el alba hasta el atardecer de aquel d a. Ninguno de ellos se salvó, a excepción de cuatrocientos jóvenes, que montaron en camellos y huyeron.
También se apoderó David de todo el ganado menor y mayor de ellos, que fue llevado delante del propio reba o, diciendo: 'Éste es el bot n de David'.