Yo te entregué la casa de tu se or y puse en tus brazos las mujeres de tu amo, al mismo tiempo que te daba la casa de Israel y de Judá, y como si esto fuera poco, yo te habr a a adido todav a otras cosas mayores.
2 Samuel 7:19 - Biblia Castilian 2003 Y aun esto ha parecido demasiado poco a tus ojos, Se or Yahveh, que hablas de la casa de tu siervo para tiempos lejanos. Por esta ley se rige el hombre, mi Se or Yahveh Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y aun te ha parecido poco esto, Señor Jehová, pues también has hablado de la casa de tu siervo en lo por venir. ¿Es así como procede el hombre, Señor Jehová? Biblia Nueva Traducción Viviente Y ahora, Señor Soberano, sumado a todo lo demás, ¡hablas de darle a tu siervo una dinastía duradera! ¿Tratas a todos de esta manera, oh Señor Soberano? Biblia Católica (Latinoamericana) Pero eso te parece todavía muy poco, Señor Yavé, ya que ahora extiendes tus promesas a la familia de tu servidor para un futuro lejano; ¿es ese un destino normal para un hombre, Señor Yavé?' La Biblia Textual 3a Edicion Y como si esto fuera poco ante tus ojos, oh Adonay YHVH, has hablado también acerca de la casa de tu siervo para un lejano porvenir. ¡Oh Adonay YHVH, cuán grande designio para un hombre! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y aun esto ha parecido demasiado poco a tus ojos, Señor Yahveh, que hablas de la casa de tu siervo para tiempos lejanos. Por esta ley se rige el hombre, mi Señor Yahveh Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aun te ha parecido poco esto, Señor Jehová, pues que también has hablado de la casa de tu siervo en lo por venir. ¿Es así el proceder del hombre, Señor Jehová? |
Yo te entregué la casa de tu se or y puse en tus brazos las mujeres de tu amo, al mismo tiempo que te daba la casa de Israel y de Judá, y como si esto fuera poco, yo te habr a a adido todav a otras cosas mayores.
Y aun esto es todav a poco a los ojos de Yahveh: él entregará en vuestras manos a Moab
Y aun esto ha parecido demasiado poco a tus ojos, oh Dios, que hablas de la casa de tu siervo para tiempos lejanos. ¿Es esto una ley acostumbrada, mi Se or Yahveh?
tu justicia es comparable a los más altos montes como el abismo inmenso, tus juicios. Tú socorres, Se or, a hombres y bestias:
¿No os basta pastar el buen pasto, sino que además pisoteáis con vuestras patas el resto del pastizal? ¿Os parece poco beber agua limpia, para que luego enturbiéis la sobrante con vuestras patas?
¿Es poco habernos sacado de un pa s que manaba leche y miel para hacernos morir en el desierto, que todav a quieres erigirte sobre nosotros en jefe?
¿os parece poco que el Dios de Israel os haya separado de la comunidad de los israelitas para poneros junto a él, para que le prestéis servicio en el santuario de Yahveh y para que estéis al frente de la comunidad a fin de atender al culto en su nombre?
para mostrar en los siglos venideros la extraordinaria riqueza de su gracia por su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús.
Respondió él: 'No; soy el pr ncipe del ejército de Yahveh, que llego ahora'. Josué cayó rostro en tierra y lo adoró. Luego le dijo: '¿Qué manda mi se or a su siervo?'.