Como un horno de fuego los pondrás, a la hora de tu enojo. El Se or, en su ira, los habrá de confundir, y el fuego los habrá de devorar.
2 Samuel 23:7 - Biblia Castilian 2003 Y si alguien las toca, es con hierro o el asta de la lanza, para ser consumidas en el fuego'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Sino que el que quiere tocarlos Se arma de hierro y de asta de lanza, Y son del todo quemados en su lugar. Biblia Nueva Traducción Viviente Se deben usar herramientas de hierro para cortarlos; serán completamente consumidos por fuego». Biblia Católica (Latinoamericana) El que quiere atreverse con ellas,
se arma de un fierro o de un astil de lanza,
se queman, se consumen con el fuego'. La Biblia Textual 3a Edicion Ninguno se acerca a ellos, Sino con el hierro o con el asta de la lanza, Y con fuego que los abrase por completo en su lugar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y si alguien las toca, es con hierro o el asta de la lanza, para ser consumidas en el fuego'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) sino que el que quiere tocarlos, se arma de hierro y de asta de lanza, y son del todo quemados en su lugar. |
Como un horno de fuego los pondrás, a la hora de tu enojo. El Se or, en su ira, los habrá de confundir, y el fuego los habrá de devorar.
¡No estoy airado! Si encuentro zarzas y espinas, saldré a moverles guerra, las incendiaré todas juntas,
Serán los pueblos tizones de cal, abrojos arrancados que en el fuego arderán.
En cuanto a ti, hijo de hombre, no los temas, ni temas tampoco sus palabras, aunque sean para ti cardos y espinas y tengas que vivir entre escorpiones; no temas sus palabras ni te desanimes por causa de ellos, pues son una raza rebelde.
Dejad crecer los dos juntos hasta la siega; y al tiempo de la siega diré a los segadores: recoged primero la ciza a y atadla en gavillas para quemarla; y el trigo almacenadlo en mi granero'.
y los arrojarán al horno del fuego. All será el llanto y el rechinar de dientes.
Pero sus compatriotas lo aborrec an; y enviaron tras él una embajada que dijera: 'No queremos que éste sea nuestro rey'.
Y por lo que respecta a aquellos enemigos m os que no quer an que yo fuera su rey, traedlos aqu y degolladlos delante de m '.
El que no permanece unido a m es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; los recogen y echan al fuego y se queman.
en medio de un fuego flameante, para hacer justicia con los que no han reconocido a Dios y no han aceptado el evangelio de nuestro Se or Jesús.
aparecerá el imp o, a quien el Se or [Jesús] destruirá con un soplo de su boca y lo aniquilará con la manifestación de su parus a.
pero si produce espinas y cardos, es rechazada y expuesta a maldición y terminará por ser quemada.