Entonces dijo Ajimás, hijo de Sadoc: 'Perm teme que vaya enseguida a llevar al rey la buena nueva de que Yahveh le ha hecho justicia librándolo de la mano de sus enemigos'.
2 Samuel 22:48 - Biblia Castilian 2003 el Dios que me concede la venganza, y somete los pueblos a mi yugo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El Dios que venga mis agravios, Y sujeta pueblos debajo de mí; Biblia Nueva Traducción Viviente Él es el Dios que da su merecido a los que me dañan; él derriba a las naciones y las pone bajo mi control, Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Oh Dios, me concedes el desquite,
y colocas los pueblos a mis pies! La Biblia Textual 3a Edicion El Dios que venga mis agravios, Y sujeta pueblos debajo de mí; Biblia Serafín de Ausejo 1975 el Dios que me concede la venganza, y somete los pueblos a mi yugo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Es Dios quien por mí hace venganza, y quien sujeta los pueblos debajo de mí; |
Entonces dijo Ajimás, hijo de Sadoc: 'Perm teme que vaya enseguida a llevar al rey la buena nueva de que Yahveh le ha hecho justicia librándolo de la mano de sus enemigos'.
Llegó entonces el cusita y exclamó: 'Albricias, mi se or, el rey, porque Yahveh te ha hecho hoy justicia librándote de todos los que se alzaron contra ti'.
Presentaron la cabeza de Isbaal a David en Hebrón y dijeron al rey: 'Mira la cabeza de Isbaal, hijo de Saúl, tu enemigo, el que atentaba contra tu vida. Yahveh ha concedido hoy a mi se or el rey vengarse de Saúl y de su descendencia'.
De David. Salmo. Palabra del Se or a mi se or: Reposa a mi derecha, mientras pongo a tus enemigos por plataforma de tus pies.
mi solaz, mi ciudadela y mi refugio, mi cobijo, el escudo en que me guardo, y el que allana los pueblos a mis pies.
Porque él tiene que reinar hasta que ponga a todos sus enemigos a sus pies.
Para m la venganza y el dar lo merecido al tiempo en que vacile su pie; porque cerca está el d a de su ruina, y ya se avecina lo que les espera.
Mira, padre m o; mira en mi mano la orla de tu manto. Yo te la corté, pero no te maté. Reconoce y mira que no hay en m maldad ni rebeld a. Yo no he pecado contra ti; no obstante, tú andas a la caza de mi vida para quitármela.
Cuando Yahveh haya cumplido a mi se or todo el bien que te ha prometido y te haya establecido por jefe de Israel,
Cuando supo David que Nabal hab a muerto, exclamó: '¡Bendito sea Yahveh, que me ha hecho justicia por el ultraje que recib de Nabal, y que ha preservado a su siervo de cometer el mal, mientras que ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre su propia cabeza!'. Luego David mandó a decir a Abigail que quer a tomarla por esposa.