Se acercó entonces Abrahán y le dijo: '¿Es que de verdad vas a exterminar al justo con el pecador?
2 Samuel 20:19 - Biblia Castilian 2003 Soy una de las ciudades más pac ficas y fieles de Israel; sin embargo, tú intentas traer la muerte a una ciudad que es una metrópoli en Israel. ¿Por qué quieres aniquilar la heredad de Yahveh?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel; pero tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel. ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová? Biblia Nueva Traducción Viviente Soy alguien que ama la paz y que es fiel en Israel, pero usted está por destruir una ciudad importante de Israel. ¿Por qué quiere devorar lo que le pertenece al Señor? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿y tú intentas destruir una ciudad que es madre de ciudades de Israel? ¿Por qué vas a destruir la herencia de Yavé?' La Biblia Textual 3a Edicion Somos una de las más pacíficas y fieles de Israel, pero tú procuras destruir una ciudad que es madre° en Israel. ¿Por qué quieres devorar la heredad de YHVH? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Soy una de las ciudades más pacíficas y fieles de Israel; sin embargo, tú intentas traer la muerte a una ciudad que es una metrópoli en Israel. ¿Por qué quieres aniquilar la heredad de Yahveh?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel; y tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel: ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová? |
Se acercó entonces Abrahán y le dijo: '¿Es que de verdad vas a exterminar al justo con el pecador?
Porque el rey ha de prestar atención para librar a su sierva de manos del que quiere exterminarnos a la vez a m y a mi hijo de la heredad de Dios.
Ahora, pues, mandad inmediatamente a decir a David: 'No te quedes esta noche en las estepas del desierto, sino pasa en seguida al otro lado, para que no sea exterminado el rey con toda su gente''.
Ella habló as: 'Antiguamente se sol a decir: 'Que consulten en Abel'. Y as se terminaban las disputas.
Dijo, pues, David a los gabaonitas: '¿Qué queréis que haga por vosotros? ¿Qué expiación puedo ofrecer para que vosotros bendigáis la heredad de Yahveh?'.
ya que tú los separaste como heredad tuya de entre todos los pueblos de la tierra, conforme declaraste por medio de tu siervo Moisés, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, ¡oh Se or Yahveh!'.
que yo pueda gozar del bien de tus electos, alegrarme en la dicha de tu gente, gloriarme con tu herencia.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Se or, el pueblo que él eligió por su heredad.
de detrás de las ovejas lo llevó a apacentar su pueblo de Jacob, su heredad de Israel.
Me devoró, me consumió Nabucodonosor, rey de Babel; me arrinconó como plato vac o, me engulló como dragón, llenó su panza, me expulsó.
Visitaré a Bel en Babel y le sacaré de la boca lo que traga. Nunca más afluirán a él las naciones, hasta la muralla de Babilonia se desploma.
Abrieron su boca contra ti Pe todos tus enemigos; silbaron e hicieron rechinar los dientes, diciendo: 'La hemos destruido. ¡Éste es el d a que esperábamos, lo hemos logrado, lo hemos visto!'.
Destruyó el Se or sin piedad Bet todas las moradas de Jacob; derribó, en su furor, las fortalezas de la hija de Judá; echó por tierra, profanó al reino con sus jefes.
El Se or fue como enemigo: He aniquiló a Israel; destruyó todos sus palacios, derribó sus fortalezas; multiplicó en la hija de Judá llantos y gemidos.
la tierra abrió su boca y se los tragó: a ellos y a sus familias, y a todos los hombres de Coré, con todos sus bienes.
La tierra abrió su boca y se los tragó, a ellos y a Coré, cuando pereció esa facción. El fuego devoró a doscientos cincuenta hombres, para que sirviera de escarmiento.
Cuando este ser corruptible sea vestido de incorruptibilidad y este ser mortal sea vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: La victoria se tragó a la muerte.
Los que estamos en esta tienda gemimos agobiados, no porque queramos ser desvestidos, sino sobrevestidos, de suerte que lo mortal quede absorbido por la vida.
por los reyes y por todos los que ocupan altos puestos, para que podamos llevar una vida tranquila y pac fica, con toda piedad y dignidad.
Faltaban caudillos en Israel, faltaban, hasta que yo, Débora, surg, hasta que surg como madre de Israel.
Tomó Samuel el frasco del aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl; después le besó y le dijo: '¿No es Yahveh quien te ha ungido por pr ncipe de su pueblo Israel? Tú regirás al pueblo de Yahveh y lo librarás del poder de los enemigos que le rodean. Y ésta será la se al de que Yahveh te ha ungido por jefe de su heredad:
Ahora, pues, que mi se or, el rey, se digne escuchar las palabras de su siervo. Si es Yahveh quien te excita contra m, que acepte el olor de una ofrenda; pero si son los hombres, malditos sean ellos ante Yahveh, porque me expulsan hoy para que no tenga parte en la heredad de Yahveh, como si me dijeran: 'Vete a servir a dioses extranjeros'.