mandó gente a Tecoa para que le trajeran una mujer perspicaz, a la que le dijo: 'Finge que estás de duelo, ponte ropas de luto y no te perfumes con óleo, como si fueras una mujer que de mucho tiempo atrás guarda luto por un difunto.
2 Samuel 20:16 - Biblia Castilian 2003 Gritó entonces desde la ciudad una mujer juiciosa: '¡Escuchad! ¡Escuchad! ¡Decidle a Joab que se acerque hasta aqu; que quiero hablarle!'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero una mujer sabia de la ciudad llamó a Joab y le dijo: —Escúcheme, Joab. Venga aquí para que pueda hablar con usted. Biblia Católica (Latinoamericana) una mujer criteriosa que estaba en la ciudad exclamó: '¡Oigan, oigan! Digan a Joab que se acerque hasta acá, porque quiero hablarle'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces una mujer sabia dio voces desde la ciudad, diciendo: ¡Oíd! ¡Oíd! Os ruego que digáis a Joab: ¡Acércate para que yo hable contigo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Gritó entonces desde la ciudad una mujer juiciosa: '¡Escuchad! ¡Escuchad! ¡Decidle a Joab que se acerque hasta aquí; que quiero hablarle!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él. |
mandó gente a Tecoa para que le trajeran una mujer perspicaz, a la que le dijo: 'Finge que estás de duelo, ponte ropas de luto y no te perfumes con óleo, como si fueras una mujer que de mucho tiempo atrás guarda luto por un difunto.
Acercóse él, y ella le preguntó: '¿Eres tú Joab?'. Él respondió: 'Yo soy'. Le dijo entonces ella: 'Escucha las palabras de tu sierva'. Y él replicó: 'Estoy escuchando'.
Entró luego la mujer y habló con tanta convicción a todo el pueblo que, en efecto, cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicr, y se la arrojaron a Joab, quien mandó tocar enseguida la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno hacia su tienda. Luego Joab se volvió a Jerusalén, junto al rey.
Entonces Daniel se dirigió con prudencia y sensatez a Arioc, jefe de la guardia del rey, encargado de la ejecución de los sabios de Babilonia.
Este hombre se llamaba Nabal, y su esposa Abigail. Ella era mujer de mucha cordura y agraciada, pero su marido era brutal y de mal comportamiento. Era del linaje de Caleb.