Dijo entonces Joab a un cusita: 'Vete a comunicar al rey lo que has visto'. El cusita, después de postrarse ante Joab, echó a correr.
2 Samuel 18:32 - Biblia Castilian 2003 Preguntó el rey al cusita: '¿Está bien el joven Absalón?'. Respondió el cusita: '¡Sean tan desgraciados como ese joven los enemigos del rey, mi se or, as como todos los que se alcen para mal contra él!'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El rey entonces dijo al etíope: ¿El joven Absalón está bien? Y el etíope respondió: Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levanten contra ti para mal. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Qué me dices del joven Absalón? —preguntó el rey—. ¿Se encuentra bien? Y el etíope contestó: —¡Que todos sus enemigos, mi señor el rey, ahora y en el futuro, corran con la misma suerte de ese joven! Biblia Católica (Latinoamericana) El rey preguntó al cusita: '¿Está a salvo el joven Absalón?' El cusita le respondió: 'Que los enemigos del rey mi señor, que todos los que se rebelan contra él para hacerle mal corran la misma suerte que ese joven'. La Biblia Textual 3a Edicion Y el rey dijo al etíope: ¿Está bien el joven Absalón? Y el etíope dijo: ¡Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levanten contra ti para mal! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Preguntó el rey al cusita: '¿Está bien el joven Absalón?'. Respondió el cusita: '¡Sean tan desgraciados como ese joven los enemigos del rey, mi señor, así como todos los que se alcen para mal contra él!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey dijo a Cusí: ¿El joven Absalón tiene paz? Y Cusí respondió: Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal. |
Dijo entonces Joab a un cusita: 'Vete a comunicar al rey lo que has visto'. El cusita, después de postrarse ante Joab, echó a correr.
Preguntó el rey: '¿Está bien el joven Absalón?'. Respondió Ajimás: 'Yo vi un gran alboroto en el momento en que el servidor del rey, Joab, enviaba a tu siervo, pero no sé de qué se trataba'.
Entonces Daniel, llamado Baltasar, quedó un instante confuso, turbado en sus pensamientos. El rey tomó la palabra y dijo: 'Baltasar, que no te asuste el sue o ni su interpretación'. Baltasar respondió: 'Mi se or, sea el sue o para tus enemigos y su interpretación para tus adversarios.
eres tú, ¡oh rey!, que has crecido y te has hecho fuerte; tu grandeza se ha acrecentado y ha llegado hasta el cielo, y tu imperio hasta los confines de la tierra'.
Perezcan as todos tus enemigos, oh Yahveh! ¡Y sean sus amigos como el salir del sol con todo su esplendor!'. Y el pa s quedó tranquilo durante cuarenta a os.
Ahora, mi se or, por la vida de Yahveh y por la tuya, por Yahveh, que te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu propia mano, que tus enemigos y cuantos intentan el mal contra mi se or sean como Nabal.