Y bendito sea el Dios Alt simo, que puso a tus enemigos en tu mano'. Abrán le dio el diezmo de todo.
2 Samuel 18:28 - Biblia Castilian 2003 Gritó entonces Ajimás al rey: '¡Paz!'. Y se postró ante el rey, rostro en tierra. Luego continuó: '¡Bendito sea Yahveh, tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron su mano contra el rey, mi se or!'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Ahimaas dijo en alta voz al rey: Paz. Y se inclinó a tierra delante del rey, y dijo: Bendito sea Jehová Dios tuyo, que ha entregado a los hombres que habían levantado sus manos contra mi señor el rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahimaas le gritó al rey: —¡Todo está bien! Se inclinó delante del rey rostro en tierra y dijo: —Alabado sea el Señor su Dios, quien ha entregado a los rebeldes que se atrevieron a hacerle frente a mi señor el rey. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Ajimaas estuvo muy cerca, gritó: ¡Salud!' Luego se postró con el rostro en tierra ante el rey. '¡Bendito sea Yavé tu Dios, dijo, porque destruyó a los hombres que se habían rebelado contra el rey mi señor!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Ahimaas gritó y dijo al rey: ¡Paz!, y se postró delante del rey con su rostro en tierra diciendo: ¡Bendito sea YHVH tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron su mano contra mi señor el rey! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Gritó entonces Ajimás al rey: '¡Paz!'. Y se postró ante el rey, rostro en tierra. Luego continuó: '¡Bendito sea Yahveh, tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron su mano contra el rey, mi señor!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Ahimaas dijo en alta voz al rey: Paz. Y se inclinó a tierra delante del rey, y dijo: Bendito sea Jehová tu Dios, que ha entregado a los hombres que habían levantado sus manos contra mi señor el rey. |
Y bendito sea el Dios Alt simo, que puso a tus enemigos en tu mano'. Abrán le dio el diezmo de todo.
diciendo: 'Bendito sea Yahveh, Dios de mi se or Abrahán, que no ha negado su misericordia y su fidelidad a mi se or, y que me ha guiado en el camino a la casa de los hermanos de mi se or'.
al tercer d a llegó del campamento de Saúl un hombre con los vestidos desgarrados y cubierta de polvo la cabeza. Al acercarse a David, se echó a tierra y se postró ante él.
Se presentó, pues, la mujer de Tecoa al rey y se postró rostro en tierra ante él, al tiempo que exclamaba: 'Aux liame, ¡oh rey!'.
Al cuarto d a se reunieron en el valle de Beracá y all bendijeron a Yahveh. Por eso dieron a aquel lugar el nombre de valle de Beracá hasta el d a de hoy.
No a nosotros, Se or, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria, por tus mercedes y tu lealtad.
Yo me gozo y me alegro en tus mercedes, pues tú adviertes mis pesares y conoces las penas de mi alma.
Dijo entonces Yetró: '¡Bendito sea Yahveh, que os libró de la mano de los egipcios y de la mano del Faraón, y salvó al pueblo de la opresión de los egipcios!'.
Hoy te entregará Yahveh en mis manos. Yo te mataré y te cortaré la cabeza, y hoy mismo entregaré tu cadáver y los del ejército de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel.
Y dijo a David: 'Tú eres más justo que yo, porque tú me has hecho bien mientras yo he procurado hacerte mal.
Tan pronto como Abigail vio a David se apresuró a bajarse del asno y cayendo rostro en tierra ante David, se prosternó.
Dijo entonces Abisay a David: 'Dios ha entregado hoy a tu enemigo en tus manos. Ahora pues, déjame clavarlo con su lanza en el suelo de un solo golpe; no tendré que repetirlo'.