Volvieron, pues, Sadoc y Abiatar el arca de Dios a Jerusalén, y se quedaron all.
2 Samuel 15:30 - Biblia Castilian 2003 Sub a David llorando la cuesta de los Olivos, cubierta la cabeza y descalzo; y toda la gente que le acompa aba sub a también descalza, cubierta la cabeza y sollozando. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces David subió el camino que lleva al monte de los Olivos, llorando mientras caminaba. Llevaba la cabeza cubierta y los pies descalzos en señal de duelo. Las personas que iban con él también se cubrieron la cabeza y lloraban mientras subían el monte. Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras David subía el cerro de los Olivos, iba llorando, con un velo en la cabeza y caminando descalzo. Todos los que estaban con él llevaban también la cabeza cubierta y subían llorando. La Biblia Textual 3a Edicion Y David subió la cuesta de los Olivos;° y la subió llorando, y tenía la cabeza cubierta e iba descalzo. Y todo el pueblo que estaba con él había cubierto cada uno su cabeza y lloraban mientras subían. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Subía David llorando la cuesta de los Olivos, cubierta la cabeza y descalzo; y toda la gente que le acompañaba subía también descalza, cubierta la cabeza y sollozando. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David subió la cuesta del monte de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta, y los pies descalzos. También todo el pueblo que iba con él cubrió cada uno su cabeza y subieron, llorando mientras subían. |
Volvieron, pues, Sadoc y Abiatar el arca de Dios a Jerusalén, y se quedaron all.
Por eso el ejército entró furtivamente aquel d a en la ciudad como entra avergonzado un ejército que ha huido del combate.
Entretanto, el rey, cubierto el rostro, clamaba a grandes voces: '¡Hijo m o, Absalón! ¡Absalón, hijo m o, hijo m o!'.
Luego Mardoqueo se volvió a la puerta real y Amán regresó en seguida a su casa, triste y con la cabeza cubierta.
Mi alma tiene sed del Se or, del Dios vivo. ¿Cuándo podré llegar y ver la faz de Dios?
¿Por qué estás abatida, oh alma m a, y murmuras en m ? Conf a en el Se or: podré aún alabarlo, a él, alegr a de mi rostro, a él, mi Dios.
Gime en silencio y no hagas duelo por los muertos, cúbrete con el turbante y ponte las sandalias; no te tapes la barba ni comas pan de luto'.
Llevaréis turbantes en la cabeza y sandalias en los pies; no os lamentaréis ni lloraréis, pero os consumiréis por vuestras iniquidades y gemiréis los unos con los otros.
Aquel d a sus pies se posarán en el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén, al oriente, y el monte de los Olivos se hendirá por el centro hacia oriente y hacia occidente, formando un valle inmenso: la mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.
Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus disc pulos,
Acercándose ya a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los disc pulos, llenos de alegr a, comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los prodigios que hab an visto,
As, pues, durante el d a ense aba en el templo, pero sal a a pasar las noches al aire libre, en el monte llamado de los Olivos.
Salió, pues, y fue, según su costumbre, al monte de los Olivos, y sus disc pulos lo siguieron.
Se volvieron entonces a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que sólo dista de Jerusalén lo que está permitido andar en sábado.
Y as, si un miembro sufre, todos los demás padecen con él; y si un miembro es honrado, todos los demás participan de su honor.