Después José hizo venir a Jacob, su padre, y lo presentó al Faraón. Jacob bendijo al Faraón.
2 Samuel 14:22 - Biblia Castilian 2003 Cayó entonces Joab rostro en tierra, postrándose, bendijo al rey y exclamó: 'Ahora sabe tu siervo, oh rey, mi se or, que cuento con tu favor, pues el rey va a cumplir los deseos de su siervo'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Joab se postró en tierra sobre su rostro e hizo reverencia, y después que bendijo al rey, dijo: Hoy ha entendido tu siervo que he hallado gracia en tus ojos, rey señor mío, pues ha hecho el rey lo que su siervo ha dicho. Biblia Nueva Traducción Viviente Joab se inclinó rostro en tierra con profundo respeto y dijo: —Por fin sé que cuento con su favor, mi señor el rey, porque me ha concedido esta petición. Biblia Católica (Latinoamericana) Joab se postró con el rostro en tierra y bendijo al rey, diciendo: 'Ahora que el rey solucionó el problema de su servidor, tengo la prueba de que está lleno de atenciones para mí'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Joab cayó en tierra sobre su rostro, se postró y bendijo al rey, y dijo Joab: Tu siervo sabe ahora que ha hallado gracia a tus ojos, mi señor, oh rey, pues el rey ha cumplido la petición de su siervo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cayó entonces Joab rostro en tierra, postrándose, bendijo al rey y exclamó: 'Ahora sabe tu siervo, oh rey, mi señor, que cuento con tu favor, pues el rey va a cumplir los deseos de su siervo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Joab cayó rostro en tierra, y postrándose, dio gracias al rey: Y Joab dijo: Hoy tu siervo sabe que he hallado gracia en tus ojos, oh rey señor mío; puesto que el rey ha concedido la petición de su siervo. |
Después José hizo venir a Jacob, su padre, y lo presentó al Faraón. Jacob bendijo al Faraón.
Dijo entonces el rey a Joab: 'Mira, voy a resolver este asunto: anda y haz que vuelva el joven Absalón'.
Se presentó, pues, la mujer de Tecoa al rey y se postró rostro en tierra ante él, al tiempo que exclamaba: 'Aux liame, ¡oh rey!'.
Respondió el rey: 'Que venga conmigo Quinhán, y yo haré en favor suyo lo que mejor te pareciere, pues te concederé todo lo que me pidas'.
El pueblo bendijo a todos los que voluntariamente se ofrecieron a residir en Jerusalén.
O do que me o a, me felicitaba; ojos que me ve an, daban testimonio de m,
sin que sus entra as me bendijeran y se calentase con la lana de mis corderos;
Sus hijos se alzan para felicitarla; Qof su marido, para hacer su elogio:
Rut, la moabita, dijo a Noem: 'Perm teme ir al campo a recoger espigas tras de aquel a cuyos ojos hallare yo favor'. Ella le respondió: 'Vete, hija m a'.
Pero David insistió: 'Tu padre sabe muy bien que me tienes simpat a y por eso se habrá dicho: 'Que no sepa esto Jonatán, para que no se aflija'. ¡Sin embargo, por vida de Yahveh y por vida tuya, que estoy a un paso de la muerte!'.