Respondió entonces el rey a la mujer: 'No me ocultes nada de lo que te voy a preguntar'. La mujer le contestó: '¡D gnese hablar el rey, mi se or!'.
2 Samuel 14:17 - Biblia Castilian 2003 Y además se dijo tu sierva: 'S rvame de alivio la palabra del rey, mi se or; pues es como el ángel de Yahveh para o r lo bueno y lo malo'. ¡Que Yahveh, tu Dios, sea contigo!'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tu sierva, pues, dice: Sea ahora de consuelo la respuesta de mi señor el rey, pues que mi señor el rey es como un ángel de Dios para discernir entre lo bueno y lo malo. Así Jehová tu Dios sea contigo. Biblia Nueva Traducción Viviente Sí, mi señor el rey nos devolverá la tranquilidad de espíritu”. Sé que usted es como un ángel de Dios que puede distinguir entre lo bueno y lo malo. Que el Señor su Dios esté con usted. Biblia Católica (Latinoamericana) Y me dije: 'Ojalá el señor rey pudiera decir tan sólo una palabra apaciguante, porque el rey es como un ángel de Dios, que comprende el bien y el mal. Que Yavé tu Dios esté contigo'. La Biblia Textual 3a Edicion También tu sierva se dijo: Que la palabra de mi señor el rey sea para mi consuelo, ya que como un ángel° de Dios, así es mi señor el rey para discernir entre el bien y el mal, pues YHVH tu Dios está contigo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y además se dijo tu sierva: 'Sírvame de alivio la palabra del rey, mi señor; pues es como el ángel de Yahveh para oír lo bueno y lo malo'. ¡Que Yahveh, tu Dios, sea contigo!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tu sierva, pues, dice: Que la palabra de mi señor el rey sea para consuelo; pues que mi señor el rey es como un ángel de Dios para escuchar lo bueno y lo malo. Así Jehová tu Dios sea contigo. |
Respondió entonces el rey a la mujer: 'No me ocultes nada de lo que te voy a preguntar'. La mujer le contestó: '¡D gnese hablar el rey, mi se or!'.
Joab, tu siervo, ha obrado as, para abordar indirectamente el tema; pero mi se or es tan sagaz como un ángel de Dios para discernir todo cuanto en la tierra sucede'.
Respondió él: '¡Oh rey mi se or! Mi criado me enga ó, pues tu siervo le hab a dicho: 'Aparéjame el asno, montaré sobre él para ir con el rey, pues tu siervo es cojo'.
Pero él ha calumniado a tu siervo ante mi se or, el rey. Sin embargo, mi se or, el rey es como el ángel de Dios. ¡Haz, pues, lo que bien te parezca!
Se enteró todo Israel de la sentencia que hab a pronunciado el rey y sintieron temor reverencial ante él, pues vieron que en él hab a sabidur a divina para administrar justicia.
Concede, pues, a tu siervo un corazón prudente, para que sepa juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién es capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan considerable?'.
Como la plata del crisol y el oro del horno, as el hombre depende de su fama.
La comida sólida es propia de adultos, o sea, de los que, a fuerza de practicar, tienen desarrollada la sensibilidad para discernir entre lo bueno y lo malo.
Como obedecimos en todo a Moisés, as te obedeceremos a ti. Que Yahveh, tu Dios, esté contigo, como estuvo con Moisés.
Respondió Aqu s a David: 'Yo bien sé que tú has sido tan bueno conmigo como un ángel de Dios. Pero los jefes filisteos han dicho: 'Que no venga con nosotros al combate'.