Abrahán prosiguió: 'Mira, te ruego. Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Se or.
2 Samuel 14:12 - Biblia Castilian 2003 La mujer a adió: 'Permite a tu sierva que diga a mi se or el rey aún una palabra'. Él contestó: 'Habla'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y la mujer dijo: Te ruego que permitas que tu sierva hable una palabra a mi señor el rey. Y él dijo: Habla. Biblia Nueva Traducción Viviente —Por favor, permítame preguntar una cosa más a mi señor el rey —dijo ella. —Adelante, habla —respondió él. Biblia Católica (Latinoamericana) La mujer retomó la palabra diciendo: 'Permítale el señor rey a su sirvienta decir todavía una palabra'. La Biblia Textual 3a Edicion Y la mujer dijo: Permite, te ruego, que tu sierva hable una palabra a mi señor el rey. Y él dijo: Habla. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La mujer añadió: 'Permite a tu sierva que diga a mi señor el rey aún una palabra'. Él contestó: 'Habla'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la mujer dijo: Te ruego que hable tu sierva una palabra a mi señor el rey. Y él dijo: Habla. |
Abrahán prosiguió: 'Mira, te ruego. Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Se or.
Pero todav a a adió: 'No se enoje ahora mi Se or. Ésta es la última una vez. Quizá se hallen all diez'. Contestó: 'Por consideración a los diez no la destruir a'.
Ella entonces dijo: 'Pronuncie, por favor, el rey el nombre de Yahveh, tu Dios, para que el vengador de sangre no venga a aumentar la ruina y no extermine a mi hijo'. El rey declaró: '¡Por vida de Yahveh que no caerá en tierra ni un cabello de tu hijo!'.
Entonces dijo la mujer: '¿Por qué maquinas as contra el pueblo de Dios? Por la misma palabra que acaba de pronunciar, el rey se hace culpable, por cuanto no permite que vuelva su desterrado.
Acercóse él, y ella le preguntó: '¿Eres tú Joab?'. Él respondió: 'Yo soy'. Le dijo entonces ella: 'Escucha las palabras de tu sierva'. Y él replicó: 'Estoy escuchando'.
Yahveh, tú eres justo, aunque yo discuta contigo; quiero, pues, formularte una cuestión: ¿por qué el camino de los imp os es feliz, les va bien a todos los que actúan de mala fe?
Agripa, pues, le dijo a Pablo: 'Se te permite hablar en tu descargo'. Entonces Pablo, extendiendo la mano, comenzó su defensa.
Luego, echándose a sus pies, exclamó: '¡Que la culpa, oh se or, caiga sobre m ! Pero permite que tu sierva hable en tu presencia y d gnate escuchar las palabras de tu sierva.