Pero David, al ver que sus servidores cuchicheaban entre s, comprendió que el ni o hab a muerto. Preguntó a sus servidores: '¿Ha muerto el ni o?'. Ellos le respondieron: 'Ha muerto'.
2 Samuel 12:20 - Biblia Castilian 2003 Entonces David se levantó del suelo, se lavó, se perfumó y mudó sus ropas. Luego entró en la casa de Yahveh, donde se postró en oración. Vuelto a su casa, pidió que le sirvieran de comer, y comió. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró. Después vino a su casa, y pidió, y le pusieron pan, y comió. Biblia Nueva Traducción Viviente De inmediato David se levantó del suelo, se lavó, se puso lociones y se cambió de ropa. Luego fue al tabernáculo a adorar al Señor y después volvió al palacio donde le sirvieron comida y comió. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces David se levantó, se bañó, se perfumó y se cambió de ropa. Entró en la Casa de Yavé donde se postró; luego regresó a su casa y pidió que le sirvieran algo y comió. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces David se levantó del suelo, se lavó, se ungió y cambió sus ropas, y entrando en la Casa de YHVH, se postró. Luego fue a su casa, y cuando pidió, le pusieron comida delante y comió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces David se levantó del suelo, se lavó, se perfumó y mudó sus ropas. Luego entró en la casa de Yahveh, donde se postró en oración. Vuelto a su casa, pidió que le sirvieran de comer, y comió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces David se levantó de tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová y adoró. Y después vino a su casa, y cuando pidió, pusieron pan delante de él, y comió. |
Pero David, al ver que sus servidores cuchicheaban entre s, comprendió que el ni o hab a muerto. Preguntó a sus servidores: '¿Ha muerto el ni o?'. Ellos le respondieron: 'Ha muerto'.
Dijéronle sus servidores: '¿Qué sentido tiene lo que haces? Cuando aún viv a el ni o, ayunabas por él y llorabas; y ahora que está muerto te levantas y comes'.
mandó gente a Tecoa para que le trajeran una mujer perspicaz, a la que le dijo: 'Finge que estás de duelo, ponte ropas de luto y no te perfumes con óleo, como si fueras una mujer que de mucho tiempo atrás guarda luto por un difunto.
Trajeron, pues, el arca de Yahveh y la colocaron en su sitio, en medio de la tienda que David hab a erigido para ella. Luego David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión delante de Yahveh.
Entró luego el rey David, se puso ante Yahveh y exclamó: '¿Quién soy yo, Se or Yahveh, y qué es mi casa, para que me hayas hecho llegar hasta aqu ?
Entonces Job se levantó, rasgó sus vestiduras y se rasuró la cabeza. Luego, se echó en tierra, se postró
Pero él respondió: 'Hablas como una necia. Si aceptamos la dicha que Dios nos env a, ¿por qué no aceptar la desgracia?'. En nada de esto pecó Job con sus labios.
De David. Bendice, alma m a, al Se or, y todo mi interior, su santo nombre;
El Se or es misericordioso y compasivo, tardo a la ira y grande en su clemencia.
Presérvame de toda rebeld a, no me expongas a las afrentas de los necios.
Venid y saludémoslo, postrados, doblemos la rodilla ante el Se or, nuestro hacedor.
Lleva en todo tiempo blancas vestiduras, y no falte el perfume en tu cabeza.
No me ungiste la cabeza con aceite; ella, en cambio, ha ungido mis pies con perfume.
Lávate, pues, y perfúmate; ponte tu manto y baja a la era. No te des a conocer a él antes de que haya terminado de comer y de beber.
Ahora, por favor, perdona mi pecado y vuélvete conmigo, para que yo adore a Yahveh'.