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2 Samuel 12:19 - Biblia Castilian 2003

Pero David, al ver que sus servidores cuchicheaban entre s, comprendió que el ni o hab a muerto. Preguntó a sus servidores: '¿Ha muerto el ni o?'. Ellos le respondieron: 'Ha muerto'.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando David vio que susurraban entre sí, se dio cuenta de lo que había pasado. —¿Murió el niño? —preguntó. —Sí —le contestaron—, ya murió.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

David se dio cuenta de que los servidores cuchicheaban entre sí; comprendió entonces que el niño había muerto y dijo a sus servidores: '¿Murió el niño?' Le respondieron: 'Sí, murió'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero viendo David que sus siervos susurraban entre sí, David comprendió que el niño había muerto, y preguntó David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero David, al ver que sus servidores cuchicheaban entre sí, comprendió que el niño había muerto. Preguntó a sus servidores: '¿Ha muerto el niño?'. Ellos le respondieron: 'Ha muerto'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas David viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto.

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Lòt tradiksyon



2 Samuel 12:19
4 Referans Kwoze  

Al séptimo d a murió el ni o, y los servidores de David tem an darle la noticia de la muerte, porque se dec an: 'Si cuando el ni o estaba vivo le hablábamos y no quer a escucharnos, ¿cómo vamos a decirle ahora que ha muerto el ni o? ¡Cometerá un desatino!'.


Entonces David se levantó del suelo, se lavó, se perfumó y mudó sus ropas. Luego entró en la casa de Yahveh, donde se postró en oración. Vuelto a su casa, pidió que le sirvieran de comer, y comió.


El esp ritu del rey se consum a en deseos de ver a Absalón, pues ya se hab a consolado de la muerte de Amnón.


No queremos, hermanos, que ignoréis la suerte de los que ya murieron, para que no estéis tristes como están los demás, que no tienen esperanza.