Pero Dios vino a Abimélec en sue os durante la noche, y le dijo: 'Mira que vas a morir por causa de la mujer que has tomado, pues está casada'.
2 Samuel 12:10 - Biblia Castilian 2003 Pues bien, ya no se apartará nunca la espada de tu casa, porque me has despreciado y has tomado por esposa a la mujer de Ur as, el hitita. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. Biblia Nueva Traducción Viviente De ahora en adelante, tu familia vivirá por la espada porque me has despreciado al tomar a la esposa de Urías para que sea tu mujer”. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, la espada ya no se apartará más de tu casa, porque me despreciaste y tomaste a la mujer de Urías el hitita para hacerla tu propia mujer. La Biblia Textual 3a Edicion Por lo cual ahora no se apartará de tu casa la espada, por cuanto me has despreciado, y has tomado la mujer de Urías heteo para que sea tu mujer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues bien, ya no se apartará nunca la espada de tu casa, porque me has despreciado y has tomado por esposa a la mujer de Urías, el hitita. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por lo cual ahora la espada jamás se apartará de tu casa; por cuanto me menospreciaste, y tomaste la esposa de Urías heteo para que fuese tu esposa. |
Pero Dios vino a Abimélec en sue os durante la noche, y le dijo: 'Mira que vas a morir por causa de la mujer que has tomado, pues está casada'.
puesto que David hab a hecho lo recto ante los ojos de Yahveh, sin apartarse de ninguno de sus preceptos durante toda su vida, excepto en el caso de Urias, el hitita.
Los altos lugares de Isaac serán devastados, y los santuarios de Israel destruidos; yo me alzaré con la espada contra la casa de Jeroboán'.
sino un mes entero: hasta que os salga por las narices y os dé asco, por haber menospreciado a Yahveh, que está en medio de vosotros, y por haberos lamentado ante él, diciendo: '¿Por qué hemos salido de Egipto?''.
Entonces le dice Jesús: 'Vuelve tu espada a su sitio; porque todos los que empu an espada, a espada morirán.
Nadie puede servir a dos se ores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se interesará por el primero y se despreocupará del segundo. No podéis servir a Dios y al Dinero.
¿O es que menosprecias la riqueza de su bondad y de su paciencia y de su comprensión, al no reconocer que esta bondad de Dios intenta llevarte a la conversión?
Por consiguiente, quien esto menosprecia, no menosprecia a un hombre, sino a Dios, que dispensa [también] su Esp ritu Santo entre vosotros.
Por eso, éste es el oráculo de Yahveh, Dios de Israel: yo hab a dicho que tu casa y la casa de tu padre caminar an en mi presencia por siempre. Pero ahora - oráculo de Yahveh -, ¡lejos de m tal cosa! Porque yo honro a los que me honran y desprecio a los que me desprecian.