En ella hab a escrito: 'Colocad a Ur as en vanguardia, donde sea más dura la lucha, y retiraos de él, para que sea herido y muera'.
2 Samuel 11:16 - Biblia Castilian 2003 As, pues, Joab, que sitiaba la ciudad, puso a Ur as en el lugar en que sab a que estaban los guerreros más valientes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así fue que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Joab asignó a Urías a un lugar cerca de la muralla de la ciudad donde sabía que peleaban los hombres más fuertes del enemigo. Biblia Católica (Latinoamericana) Joab, que estaba sitiando la ciudad, colocó a Urías en el lugar donde estaban los mejores defensores. La Biblia Textual 3a Edicion Así fue que cuando Joab asediaba la ciudad, asignó a Urías el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así, pues, Joab, que sitiaba la ciudad, puso a Urías en el lugar en que sabía que estaban los guerreros más valientes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. |
En ella hab a escrito: 'Colocad a Ur as en vanguardia, donde sea más dura la lucha, y retiraos de él, para que sea herido y muera'.
Los de la ciudad hicieron una salida y atacaron a Joab. Cayeron no pocos del ejército de entre los servidores de David. Entre ellos murió también Ur as, el hitita.
¿Quién hirió a Abimélec, hijo de Yerubaal, sino una mujer que arrojó sobre él desde lo alto de la muralla una rueda de molino y por ello murió él en Tebés? ¿Por qué os habéis acercado a la muralla?', tú le dirás: 'También murió tu siervo Ur as, el hitita''.
Regresó Abner a Hebrón y Joab lo llevó aparte, junto a la puerta, como para hablarle en secreto. Y all lo hirió de muerte en el vientre para vengar la sangre de su hermano Asael.
Tu ya sabes también lo que me hizo Joab, hijo de Servia, lo que hizo con los dos jefes del ejército de Israel, con Abner hijo de Ner, y con Amasá, hijo de Yéter, que los asesinó y derramó en la paz sangre de guerra, y manchó con sangre de guerra el cinturón que ce a su cintura y las sandalias de sus pies.
Escribióles entonces él una segunda carta en la que dec a: 'Si estáis conmigo y escucháis mi voz, tomad las cabezas de los hijos de vuestro se or y venid a m ma ana, a estas horas, a Yizreel'. Los setenta hijos del rey estaban con los magnates de la ciudad encargados de su educación.
Si el jefe presta o do a palabras mentirosas, todos sus servidores serán malvados.
Efra n está oprimido, su derecho es conculcado, porque se encuentra satisfecho cuando corre tras los dolos.
Pedro y los apóstoles respondieron: 'Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.