Acerquéme a él y le maté, porque estaba cierto de que no hab a de sobrevivir a su ca da. Tomé luego la diadema que llevaba en la cabeza y el brazalete que ten a en el brazo, y se los he tra do aqu a mi se or'.
2 Samuel 1:16 - Biblia Castilian 2003 David le dijo: 'Caiga tu sangre sobre tu cabeza, pues tu boca testificó contra ti cuando dijiste: 'Yo he dado muerte al ungido de Yahveh''. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu misma boca atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente y David dijo: —Te condenaste a ti mismo al confesar que mataste al ungido del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) David dijo entonces: 'Recaiga tu sangre sobre tu cabeza. Tú mismo te condenaste cuando dijiste que habías herido de muerta al ungido de Yavé'. La Biblia Textual 3a Edicion Y David le dijo: ¡Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu boca atestiguó contra ti cuando dijiste: Yo maté al ungido de YHVH! Biblia Serafín de Ausejo 1975 David le dijo: 'Caiga tu sangre sobre tu cabeza, pues tu boca testificó contra ti cuando dijiste: 'Yo he dado muerte al ungido de Yahveh''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, diciendo: Yo he matado al ungido de Jehová. |
Acerquéme a él y le maté, porque estaba cierto de que no hab a de sobrevivir a su ca da. Tomé luego la diadema que llevaba en la cabeza y el brazalete que ten a en el brazo, y se los he tra do aqu a mi se or'.
Yahveh ha hecho recaer sobre ti toda la sangre de la casa de Saúl, cuyo reino has usurpado, y Yahveh ha entregado el reino en manos de tu hijo Absalón. Ahora has ca do en tu propia maldad, porque eres un hombre sanguinario'.
Ten por seguro que el d a en que salgas y atravieses el torrente Cedrón, morirás irremisiblemente; tu sangre caerá sobre tu cabeza'.
presta a interés y cobra usura, ¿vivirá acaso? ¡No vivirá! Por haber cometido todas estas abominaciones, ciertamente morirá; su sangre recaerá sobre él.'
Puesto que oyó el sonido de la trompeta y no se dio por avisado, su sangre recaerá sobre él; si hubiera seguido el aviso, habr a salvado la vida'.
Si una mujer se acerca a cualquier bestia para unirse con ella, matarás a la mujer y a la bestia; morirán sin remisión. Su sangre caerá sobre ellas.
El hombre o la mujer que practiquen la nigromancia o la adivinación morirán sin remisión. Serán lapidados y su sangre caerá sobre ellos'.
Quien maldijere a su padre o a su madre morirá sin remisión. Por haber maldecido a su padre y a su madre su sangre caerá sobre él.
Y todo el pueblo respondió: '¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!'.
Él le contesta: 'Criado malo, por tus propias palabras te condeno. Sab as que yo soy hombre severo: que me llevo lo que no deposité, y cosecho lo que no sembré.
Pero ellos le opusieron resistencia y respondieron con ultrajes, por lo que él, sacudiéndose el vestido, les dijo: 'Allá vuestra sangre sobre vuestras cabezas. Yo estoy limpio. Desde ahora me dirigiré a los gentiles'.
Por ello quiero daros claro testimonio en el d a de hoy de que estoy limpio de la sangre de todos,
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley, para aquellos que están bajo la ley lo dice, a fin de que nadie pueda rechistar y el mundo entero se sienta reo de culpa ante Dios;
As evitarás que se derrame sangre inocente en medio del pa s que Yahveh, tu Dios, te va a dar en herencia, y no habrá sangre sobre ti.
Todo el que saliere de las puertas de tu casa será responsable de su sangre, y nosotros seremos inocentes. Pero del que permanezca contigo en tu casa responderemos con nuestras cabezas si la mano de alguien lo toca.
Se devolv a as la violencia hecha a los setenta hijos de Yerubaal y se hac a recaer la sangre de éstos sobre Abimélec, su hermano, que los hab a asesinado, y sobre los principales de Siquén, que le hab an ayudado a matar a sus hermanos.
Cuando supo David que Nabal hab a muerto, exclamó: '¡Bendito sea Yahveh, que me ha hecho justicia por el ultraje que recib de Nabal, y que ha preservado a su siervo de cometer el mal, mientras que ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre su propia cabeza!'. Luego David mandó a decir a Abigail que quer a tomarla por esposa.
Pero David respondió a Abisay: 'No lo mates; pues ¿quién que haya puesto su mano sobre el ungido de Yahveh puede permanecer impune?'.