Luego se volvieron, llegaron hasta la fuente de Mispat, (es decir, Cades) y batieron todo el territorio de los amalecitas y también el de los amorreos, que habitaban en Jasesón Tamar.
2 Samuel 1:1 - Biblia Castilian 2003 Tras la muerte de Saúl, cuando David llevaba ya dos d as en Sicelag después de haber derrotado a los amalecitas, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Aconteció después de la muerte de Saúl, que vuelto David de la derrota de los amalecitas, estuvo dos días en Siclag. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de la muerte de Saúl, David regresó de su victoria sobre los amalecitas y pasó dos días en Siclag. Biblia Católica (Latinoamericana) La muerte de Saúl aconteció poco después que David hubo aplastado a los amalecitas: hacía ya dos días que había regresado a Siclag. La Biblia Textual 3a Edicion Aconteció que después de la muerte de Saúl, habiendo regresado David de la derrota° de los amalecitas,° David permaneció dos días en Siclag. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tras la muerte de Saúl, cuando David llevaba ya dos días en Sicelag después de haber derrotado a los amalecitas, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció después de la muerte de Saúl, cuando David había vuelto de derrotar a los amalecitas, y David se había quedado dos días en Siclag: |
Luego se volvieron, llegaron hasta la fuente de Mispat, (es decir, Cades) y batieron todo el territorio de los amalecitas y también el de los amorreos, que habitaban en Jasesón Tamar.
Y aquel d a, Aqu s le asignó Sicelag. Por eso Sicelag pertenece a los reyes de Judá hasta el d a de hoy.
Cuando David y sus hombres llegaron al tercer d a a Sicelag, ya los amalequitas hab an realizado una incursión contra el Negueb y contra Sicelag. Hab an expugnado Sicelag y la hab an incendiado.
Dijo entonces a su escudero: 'Desenvaina tu espada y atraviésame con ella, no sea que lleguen esos incircuncisos y me atraviesen y hagan escarnio de m '. Pero no quiso acceder su escudero, por el gran temor que sent a. Saúl tomó entonces su propia espada y se dejó caer sobre ella.
As, pues, en un mismo d a murieron Saúl, sus tres hijos y su escudero, y todos sus hombres.