Se presentó, pues, la mujer de Tecoa al rey y se postró rostro en tierra ante él, al tiempo que exclamaba: 'Aux liame, ¡oh rey!'.
2 Reyes 8:3 - Biblia Castilian 2003 Al cabo de los siete a os, volvió la mujer del pa s de los filisteos y se presentó al rey para reclamar su casa y su campo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos; después salió para implorar al rey por su casa y por sus tierras. Biblia Nueva Traducción Viviente Una vez que pasó el hambre, la mujer regresó de la tierra de los filisteos y fue a ver al rey para recuperar su casa y sus tierras. Biblia Católica (Latinoamericana) Al cabo de los siete años, volvió la mujer del territorio de los filisteos y fue a reclamar al rey su casa y su campo. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió al cabo de siete años que la mujer volvió de la tierra de los filisteos, y salió para implorar al rey por su casa, y por su terreno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al cabo de los siete años, volvió la mujer del país de los filisteos y se presentó al rey para reclamar su casa y su campo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos y fue a clamar al rey por su casa y por sus tierras. |
Se presentó, pues, la mujer de Tecoa al rey y se postró rostro en tierra ante él, al tiempo que exclamaba: 'Aux liame, ¡oh rey!'.
Él dijo entonces a Guejaz: 'Dile: mira: tú te has mostrado muy sol cita con nosotros. ¿Qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable en tu favor al rey o al jefe del ejército?''. Respondió ella: 'Yo vivo entre los m os'.
Paseaba el rey de Israel por la muralla cuando una mujer empezó a gritarle: '¡Sálvame, oh rey, mi se or!'.
Fue la mujer e hizo como el varón de Dios le dijo: ella con su familia se fue a vivir en el pa s de los filisteos durante siete a os.
Estaba el rey hablando con Guejaz, el criado del varón de Dios, y le dec a: 'Cuéntame todos los prodigios que hizo Eliseo'.
Preguntó el rey a la mujer, y ella se lo contó. Entonces el rey la encomendó a un eunuco diciéndole: 'Haz que se le devuelva todo lo que le pertenec a, con todas las rentas de sus tierras, desde el d a en que abandonó el pa s hasta ahora'.
Juzgó la causa del pobre y del necesitado, y entonces le iba bien. ¿No es esto conocerme? - oráculo de Yahveh -.
Salió, pues, con sus dos nueras, del lugar en que hab a residido y se puso en camino para volver al pa s de Judá.