Pero Miqueas prosiguió: 'Escucha ahora el oráculo de Yahveh: he visto a Yahveh sentado en su trono. Todo el ejército del cielo estaba de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda.
2 Reyes 7:1 - Biblia Castilian 2003 Dijo entonces Eliseo: 'O d la palabra de Yahveh: as habla Yahveh: ma ana a estas horas el seá de flor de harina se conseguirá por un siclo, y dos seás de cebada por un siclo, en la puerta de Samar a'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Dijo entonces Eliseo: Oíd palabra de Jehová: Así dijo Jehová: Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria. Biblia Nueva Traducción Viviente Eliseo le respondió: —¡Escucha el mensaje del Señor! Esto dice el Señor: “Mañana, a esta hora, en los mercados de Samaria, siete litros de harina selecta costarán apenas una pieza de plata y catorce litros de grano de cebada costarán apenas una pieza de plata”. Biblia Católica (Latinoamericana) Eliseo dijo: '¡Escuchen la palabra de Yavé! Esto dice Yavé: 'Mañana a esta misma hora, en la puerta de Samaría, una medida de flor de harina se venderá por una moneda, y dos medidas de cebada, por una moneda'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Eliseo dijo: Oíd palabra de YHVH: Así dice YHVH: ¡Mañana a esta hora: una medida de flor de harina por un siclo, y dos medidas de cebada por un siclo, en la puerta de Samaria! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces Eliseo: 'Oíd la palabra de Yahveh: así habla Yahveh: mañana a estas horas el seá de flor de harina se conseguirá por un siclo, y dos seás de cebada por un siclo, en la puerta de Samaría'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dijo entonces Eliseo: Oíd palabra de Jehová: Así dice Jehová: Mañana a estas horas valdrá una medida de flor de harina un siclo, y dos medidas de cebada un siclo, a la puerta de Samaria. |
Pero Miqueas prosiguió: 'Escucha ahora el oráculo de Yahveh: he visto a Yahveh sentado en su trono. Todo el ejército del cielo estaba de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda.
Llegó después un hombre de Baal Salisá, que tra a en su alforja al varón de Dios pan de primicias: veinte panes de cebada y de trigo nuevo. Y dijo Eliseo: 'Dáselo a la gente para que coma'.
Hubo gran hambre en Samar a; pues tanto la asediaron que la cabeza de un asno se pagaba a ochenta siclos de plata y un pu ado de algorrobas val a cinco siclos de plata.
Estaba aún hablando con ellos cuando bajó el rey y le dijo: 'Ciertamente esta desgracia viene de Yahveh. ¿Qué puedo yo esperar ya de Yahveh?'.
Salió entonces el pueblo y saqueó el campamento de los arameos. El seá de flor de harina se llegó a vender por un siclo, y los dos seás de cebada por un siclo, conforme al oráculo de Yahveh.
Un r o: sus corrientes alegran la ciudad de Dios, la santa entre las moradas del Alt simo.
Moisés dijo al pueblo: 'No temáis; quedaos tranquilos y veréis la salvación que Yahveh llevará hoy a cabo en favor vuestro; pues a los egipcios que hoy veis, ya no los volveréis a ver más.
'He escuchado las murmuraciones de los israelitas. Háblales y diles: 'Al atardecer comeréis carne, y por la ma ana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Yahveh, vuestro Dios''.
Haremos tres d as de camino por el desierto y ofreceremos sacrificios a Yahveh, nuestro Dios, de acuerdo con sus instrucciones'.
Escuchad la palabra de Yahveh, jefes de Sodoma; o d la ense anza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra:
Entonces me dijo: 'Profetiza sobre estos huesos y diles: 'Escuchad, huesos secos, la palabra de Yahveh.
'Aqu hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es esto para tanta gente?'.
Y Josué dijo al pueblo: 'Purificaos, porque ma ana obrará Yahveh portentos en medio de vosotros'.
Y o como una voz en medio de los cuatro seres vivientes que dec a: 'Una medida de trigo por denario; y tres medidas de cebada por denario. Pero el aceite y el vino no los da es'.
Dijeron luego a los mensajeros que hab an venido: 'Podéis afirmar a los habitantes de Yabés de Galaad: ma ana cuando caliente el sol, estaréis ya salvos'. Se fueron los mensajeros y lo comunicaron a los habitantes de Yabés, que se alegraron.
Samuel dijo a Saúl: 'Yahveh me ha enviado para ungirte rey sobre su pueblo, sobre Israel. Ahora escucha lo que dice Yahveh: