Y a ti, sobre lo de tus hermanos, te doy, además, Siquén, la que tomé a los amorreos con mi espada y mi arco'.
2 Reyes 6:22 - Biblia Castilian 2003 Respondió él: 'No los mates. ¿Acaso tú matas a los que haces prisioneros con tu espada y con tu arco? S rveles pan y agua para que coman y beban y se vuelvan luego a su se or'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Él le respondió: No los mates. ¿Matarías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores. Biblia Nueva Traducción Viviente —¡Claro que no! —contestó Eliseo—. ¿Acaso matamos a los prisioneros de guerra? Dales de comer y de beber, y mándalos de regreso a su casa, con su amo. Biblia Católica (Latinoamericana) Este respondió: 'Si no matas a los que apresas con espada y con arco, ¿cómo matarías a éstos? Mejor dales pan y agua para que coman y beban; en seguida, que vuelvan donde su señor'. La Biblia Textual 3a Edicion Y él dijo: No los herirás. ¿Matarías tú a los que capturaste con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió él: 'No los mates. ¿Acaso tú matas a los que haces prisioneros con tu espada y con tu arco? Sírveles pan y agua para que coman y beban y se vuelvan luego a su señor'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él le respondió: No los mates; ¿matarías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban y se vuelvan a su señor. |
Y a ti, sobre lo de tus hermanos, te doy, además, Siquén, la que tomé a los amorreos con mi espada y mi arco'.
Contigo rechazamos a nuestros opresores y en tu nombre abatimos a nuestros enemigos.
Pero me compadeceré de la casa de Judá y los salvaré, porque yo soy Yahveh, su Dios. No los salvaré con arco, espada y lanza, ni con caballos y carros de guerra'.
En aquel d a - oráculo de Yahveh - me llamará: 'Esposo m o', y no me llamará más: 'Baal m o'.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen:
Envié delante de vosotros el pánico, que expulsó, ya antes de que llegarais, a los dos reyes amorreos. No fue debido a tu espada ni a tu arco.