Dijeron los hijos de los profetas a Eliseo: 'Mira que el lugar en que habitamos en tu compa a es demasiado estrecho para nosotros.
2 Reyes 6:2 - Biblia Castilian 2003 Déjanos ir hasta el Jordán, para que cada uno de nosotros tomemos de all un tronco y nos hagamos all un lugar donde habitar'. Respondióles él: 'Id, pues'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Vamos ahora al Jordán, y tomemos de allí cada uno una viga, y hagamos allí lugar en que habitemos. Y él dijo: Andad. Biblia Nueva Traducción Viviente Bajemos al río Jordán, donde hay bastantes troncos. Allí podemos construir un lugar para reunirnos. —Me parece bien —les dijo Eliseo—, vayan. Biblia Católica (Latinoamericana) Bajemos al Jordán, y allí, cada uno tomará un tronco y construiremos una cabaña para alojarnos'. Les dijo: '¡Vayan!' La Biblia Textual 3a Edicion Te rogamos que nos permitas ir al Jordán, para que cada uno tome de allí una viga, y nos hagamos un lugar para habitar allí. Y él respondió: Id. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Déjanos ir hasta el Jordán, para que cada uno de nosotros tomemos de allí un tronco y nos hagamos allí un lugar donde habitar'. Respondióles él: 'Id, pues'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vamos ahora al Jordán, y tomemos de allí cada uno una viga, y hagámonos allí lugar en que habitemos. Y él dijo: Andad. |
Dijeron los hijos de los profetas a Eliseo: 'Mira que el lugar en que habitamos en tu compa a es demasiado estrecho para nosotros.
Pero uno le dijo: 'D gnate venir tú con tus siervos'. A lo que contestó: 'Iré'.
Simón Pedro les dice: 'Voy a pescar'. Le dicen los otros: 'Vamos contigo'. Salieron, pues, y subieron a la barca; pero aquella noche no pescaron nada.
y, como eran de la misma profesión, viv a con ellos y juntos trabajaban. Eran fabricantes de tiendas de campa a.
¿O es que yo y Bernabé somos los únicos que no tenemos derecho a dejar el trabajo?
Recordad, si no, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas: trabajando, d a y noche, a fin de no ser una carga para ninguno de vosotros, proclamamos entre vosotros el evangelio de Dios.
ni comimos gratis el pan en casa de nadie, sino que con nuestros esfuerzos y sudores trabajamos d a y noche, para no ser gravoso a ninguno de vosotros.
Por descontado que la religión es un buen negocio, pero a condición de que cada uno se contente con lo suyo.