Se dijeron unos a otros: '¡Ea! Vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos al fuego'. Y as, utilizaron ladrillos en lugar de piedra y alquitrán en lugar de argamasa.
2 Reyes 5:5 - Biblia Castilian 2003 El rey de Aram le contestó: 'Vete, pues, y yo enviaré una carta al rey de Israel'. Se puso en camino, llevando consigo diez talentos de plata, seis mil siclos de oro y diez vestidos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos. Biblia Nueva Traducción Viviente «Ve a visitar al profeta —le dijo el rey de Aram—. Te daré una carta de presentación para que se la lleves al rey de Israel». Entonces Naamán emprendió viaje y llevaba de regalo trescientos cuarenta kilos de plata, sesenta y ocho kilos de oro, y diez mudas de ropa. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey de Aram le dijo: '¡Anda inmediatamente! Te voy a entregar una carta para el rey de Israel'. Se puso en camino, llevando diez talentos de plata, seis mil piezas de oro y diez trajes para cambiarse. La Biblia Textual 3a Edicion Y el rey de Siria dijo: Ve allí con una carta° para el rey de Israel. Y partió llevando en su mano diez talentos de plata, seis mil piezas° de oro y diez mudas de vestidos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey de Aram le contestó: 'Vete, pues, y yo enviaré una carta al rey de Israel'. Se puso en camino, llevando consigo diez talentos de plata, seis mil siclos de oro y diez vestidos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré una carta al rey de Israel. Partió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestiduras. |
Se dijeron unos a otros: '¡Ea! Vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos al fuego'. Y as, utilizaron ladrillos en lugar de piedra y alquitrán en lugar de argamasa.
Bajemos, pues, y confundamos all su lenguaje para que no se entiendan entre s '.
A cada uno de ellos le dio un vestido para mudarse; y a Benjam n le dio trescientos siclos de plata y cinco mudas.
Dijo entonces el rey al varón de Dios: 'Ven conmigo a mi casa para tomar un bocado, y además te haré un regalo'.
El rey de Israel dijo a sus servidores: '¿No sabéis que Ramot de Galaad es nuestra? Sin embargo, nosotros nada hacemos por recobrarla del poder del rey de Aram'.
Llegó después un hombre de Baal Salisá, que tra a en su alforja al varón de Dios pan de primicias: veinte panes de cebada y de trigo nuevo. Y dijo Eliseo: 'Dáselo a la gente para que coma'.
Fue Naamán y se lo contó a su se or, diciéndole: 'Esto y esto ha dicho la joven del pa s de Israel'.
Llevó también la carta para el rey de Israel, en la que se dec a: 'Ahora, cuando recibas esta carta, te presento a mi servidor Naamán, para que lo cures de su lepra'.
Las dádivas abren al hombre las puertas, le procuran acceso a los grandes.
Entonces me dije: '¡Voy a probar la alegr a, a gustar el placer!'. Pero también eso es vanidad.
Pues ahora quiero deciros lo que voy a hacer a mi vi a: quitaré su seto para que sirva de pasto; desportillaré su tapia para que todos la pisen.
Se pusieron en camino los ancianos de Moab y de Madián, con la paga para el adivino en sus manos y, llegados a Balaán, le refirieron las palabras de Balac.
Y ahora vosotros, los que dec s: 'Hoy o ma ana iremos a tal ciudad y pasaremos all el a o. Haremos negocios y obtendremos ganancias'.
Entonces Sansón les dijo: 'Os voy a proponer un acertijo. Si dentro de los siete d as del banquete lo adivináis y acertáis, os daré treinta túnicas y treinta vestidos;