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2 Reyes 22:10 - Biblia Castilian 2003

Luego, el secretario Safán anunció al rey: 'El sacerdote Jilqu as me ha entregado este libro'. Y Safán lo leyó delante del rey.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Asimismo el escriba Safán declaró al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me ha dado un libro. Y lo leyó Safán delante del rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Safán también dijo al rey: «El sacerdote Hilcías me entregó un rollo». Así que Safán se lo leyó al rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En seguida el secretario Safán comunicó la noticia al rey: 'El sacerdote Helquías, le dijo, me pasó un libro'. Y Safán lo leyó en presencia del rey.

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La Biblia Textual 3a Edicion

El escriba Safán también informó al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me ha entregado un rollo. Y Safán lo leyó delante del rey.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Luego, el secretario Safán anunció al rey: 'El sacerdote Jilquías me ha entregado este libro'. Y Safán lo leyó delante del rey.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Safán, el escriba declaró al rey, diciendo: Hilcías el sacerdote me ha dado un libro. Y lo leyó Safán delante del rey.

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Lòt tradiksyon



2 Reyes 22:10
17 Referans Kwoze  

Cuando el rey oyó las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestiduras


Se presentó luego Safán, el secretario, al rey para darle cuenta de las obras y le dijo: 'Tus servidores han recogido el dinero que hab a en el templo y lo han puesto en manos de los capataces encargados de las obras del templo de Yahveh'.


Luego, el secretario Safán anunció al rey: 'El sacerdote Jilqu as me ha entregado este libro'. Y Safán lo leyó delante del rey.


En aquel tiempo se leyó el libro de Moisés al pueblo, y se halló escrito en él que los amonitas y los moabitas no podr an entrar jamás en la comunidad de Dios,


Se le a diariamente, desde el d a primero hasta el último, el libro de la ley de Dios. La fiesta duró siete d as. Y el d a octavo tuvo lugar, según costumbre, una asamblea solemne.


Pues todas estas cosas las hizo mi mano, todas ellas son m as - dice Yahveh -. Pero en éste me fijo: en el humilde y contrito, el que tiembla a mi palabra.


Escuchad la palabra de Yahveh, los que tembláis a su palabra: dicen vuestros hermanos que os odian, que os rechazan por causa de mi nombre: ¡Muestre su gloria Yahveh y veamos vuestra alegr a! Pero ellos quedarán avergonzados.


Di al rey y a la reina madre: Sentaos más abajo, porque cayó de vuestra cabeza vuestra gloriosa corona.


Miqueas les refirió todas las palabras que hab a o do cuando Baruc leyó en el libro a o dos del pueblo.


'Siéntate - le dijeron - y léelo en voz alta'. Baruc leyó en voz alta.


El rey envió entonces a Yehud a tomar el rollo; lo tomó de la sala de Elisamá, el secretario, y Yehud lo leyó en voz alta ante el rey y ante todos los dignatarios que estaban en torno al rey.


Pero irás tú, y en el d a de ayuno leerás a los o dos del pueblo, en el templo de Yahveh, las palabras de Yahveh que has escrito en el rollo a mi dictado. Las leerás también a los o dos de todos los jud os que vengan de sus ciudades.