Respondió Ezequ as: 'Cosa fácil es que la sombra avance diez grados. No; mejor es que la sombra retroceda diez grados'.
2 Reyes 20:11 - Biblia Castilian 2003 El profeta Isa as invocó a Yahveh, quien hizo que la sombra retrocediera los diez grados que ya hab a recorrido en el cuadrante de Ajaz. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces el profeta Isaías clamó a Jehová; e hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el profeta Isaías le pidió al Señor que lo hiciera, ¡y el Señor hizo retroceder diez gradas la sombra del reloj solar de Acaz! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el profeta Isaías oró a Yavé e hizo que la sombra retrocediera diez grados de los que ya había recorrido en la graduación de Ajaz. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el profeta Isaías invocó a YHVH, e hizo volver a la sombra por las gradas que había descendido en la gradería de Acaz: diez gradas hacia atrás. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El profeta Isaías invocó a Yahveh, quien hizo que la sombra retrocediera los diez grados que ya había recorrido en el cuadrante de Ajaz. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el profeta Isaías clamó a Jehová; e hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás. |
Respondió Ezequ as: 'Cosa fácil es que la sombra avance diez grados. No; mejor es que la sombra retroceda diez grados'.
Por aquel tiempo, Ezequ as enfermó de muerte. Oró a Yahveh, que le escuchó y le concedió una se al milagrosa.
Sin embargo, cuando los jefes de Babilonia le enviaron embajadores para informarse del prodigio que hab a acaecido en el pa s, Dios lo abandonó para probarlo y hacer patente todo lo que hab a en su corazón.
Yahveh dijo a Moisés: '¿Por qué clamas a m ? Di a los israelitas que se pongan en marcha.
Mira: voy a hacer que retroceda diez grados la sombra del cuadrante, la que ha descendido ya en el cuadrante de Ajaz, al sol'. Y el sol retrocedió en el cuadrante los diez grados que hab a descendido.
Pedro hizo salir fuera a todos. Luego, puesto de rodillas, oró y, vuelto al cadáver, dijo: 'Tabitá, levántate'. Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.