Al o rlo, El as se cubrió el rostro con el manto, salió y se quedó de pie a la entrada de la cueva. Y una voz le dijo: '¿Qué haces aqu, El as?'.
2 Reyes 2:8 - Biblia Castilian 2003 El as tomó su manto, lo plegó y golpeó con él las aguas, que se dividieron a un lado y a otro, y pasaron los dos a pie enjuto. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Elías dobló su manto y con él golpeó el agua. ¡El río se dividió en dos y ambos cruzaron sobre tierra seca! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Elías tomó su manto, lo enrolló y golpeó con él el agua y ésta se dividió, de modo que ambos atravesaron en seco. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Elías tomó su manto, lo dobló y golpeó las aguas, y se separaron a uno y otro lado; y ambos cruzaron por tierra seca. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Elías tomó su manto, lo plegó y golpeó con él las aguas, que se dividieron a un lado y a otro, y pasaron los dos a pie enjuto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos en seco. |
Al o rlo, El as se cubrió el rostro con el manto, salió y se quedó de pie a la entrada de la cueva. Y una voz le dijo: '¿Qué haces aqu, El as?'.
Partió, pues, de all y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando. Doce yuntas de bueyes ten a delante, y él araba con la duodécima. Pasó El as junto a él y le echó su manto encima.
Tomó el manto de El as que se le hab a ca do de encima y golpeó con él las aguas, diciendo: '¿Dónde está Yahveh, Dios de El as?'. Y al golpear las aguas, éstas se dividieron a un lado y a otro, y pasó Eliseo.
Los israelitas, en cambio, caminaron a pie enjuto por el lecho del mar, mientras las aguas formaban una muralla a su derecha y a su izquierda.
Yahveh secará el golfo del mar de Egipto; agitará su mano contra el R o, con el ardor de su soplo lo dividirá en siete cauces que se cruzarán con sandalias.
Por la fe pasaron por el Mar Rojo como por tierra seca, mientras que los egipcios, al intentar lo mismo, perecieron ahogados.
Fueron apedreados, puestos a prueba, aserrados; murieron al filo de la espada; fueron de acá para allá cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidad, sufriendo tribulación, maltratados.
El sexto derramó su copa sobre el gran r o Éufrates. Su agua se secó, de modo que quedó expedito el camino de los reyes que vienen de oriente.
Saúl le preguntó: '¿Qué forma tiene?'. Respondió ella: 'La de un anciano en actitud de subir, y está cubierto con un manto'. Saúl comprendió que era Samuel e inclinándose se postró rostro en tierra.