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2 Reyes 19:3 - Biblia Castilian 2003

Y le dijeron: 'As habla Ezequ as: hoy es d a de angustia, de castigo y de oprobio, porque han llegado los hijos al cuello del útero, pero no hay fuerzas para el alumbramiento.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

para que le dijesen: Así ha dicho Ezequías: Este día es día de angustia, de reprensión y de blasfemia; porque los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ellos le dijeron: «El rey Ezequías dice: “Hoy es un día de dificultad, insulto y deshonra. Es como cuando un niño está a punto de nacer, pero la madre no tiene fuerzas para dar a luz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Le dijeron: 'Esto dice Ezequías: Este día es de desgracia, de castigo y de vergüenza. Los niños están a punto de nacer, pero falta fuerza para darlos a luz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y le dijeron: Así ha dicho Ezequías: ¡Hoy es día de angustia, de castigo y de blasfemia: los hijos están para salir del vientre,° pero no hay fuerzas para parirlos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y le dijeron: 'Así habla Ezequías: hoy es día de angustia, de castigo y de oprobio, porque han llegado los hijos al cuello del útero, pero no hay fuerzas para el alumbramiento.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y le dijeron: Así ha dicho Ezequías: Este día es día de angustia, de reprensión y de blasfemia; porque los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas.

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Lòt tradiksyon



2 Reyes 19:3
13 Referans Kwoze  

as habla el rey: no os dejéis enga ar por Ezequ as, pues no podrá libraros de mi mano.


Luego envió a Eliaqu n, mayordomo de palacio, a Sebná, el secretario, y a los sacerdotes más ancianos, cubiertos de saco, al profeta Isa as, hijo de Amós.


Quizá Yahveh, tu Dios, habrá o do todas las palabras del copero mayor, enviado por el rey de Asiria, su se or, para insultar al Dios vivo, y le castigue por las palabras que Yahveh, tu Dios, ha o do. Eleva, pues, una plegaria por el resto que aún queda'.


Desv a tus azotes, pues tu mano agresiva me consume.


No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el d a de Masá, en el desierto,


¿Abrir a yo la matriz y no dejar a dar a luz? - dice Yahveh -. Yo, que hago dar a luz, ¿cerraré la matriz? - dice tu Dios -.


Dolores de parto le sobrevienen, pero es el parto de un hijo insensato: cuando llega la hora no sabe ponerse en la abertura del seno materno.


Voy a volverme a mi lugar, hasta que exp en su culpa y busquen mi rostro; en su angustia me buscarán ansiosamente.