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2 Reyes 18:4 - Biblia Castilian 2003

Él fue quien suprimió los lugares altos, rompió las estelas, taló los aserás y destrozó la serpiente de bronce que hab a fabricado Moisés, porque hasta aquellos d as los israelitas quemaban incienso ante ella. La llamaban Nejustán.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Él quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Él quitó los santuarios paganos, destrozó las columnas sagradas y derribó los postes dedicados a la diosa Asera. Hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho, porque la gente de Israel seguía ofreciéndole sacrificios. La serpiente de bronce se llamaba Nehustán.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Hizo desaparecer los Altos Lugares, rompió las piedras paradas, derribó los postes sagrados y destruyó hasta la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta ese entonces los israelitas la llamaban Nejustán y le ofrecían incienso.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Él quitó los lugares altos, hizo trizas las estatuas, y taló la Asera. También hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, a la cual la llamó Nehustán,° porque hasta aquellos días los hijos de Israel le quemaban incienso.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él fue quien suprimió los lugares altos, rompió las estelas, taló los aserás y destrozó la serpiente de bronce que había fabricado Moisés, porque hasta aquellos días los israelitas quemaban incienso ante ella. La llamaban Nejustán.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Él quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y destruyó las imágenes de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y le llamó por nombre Nehustán.

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Lòt tradiksyon



2 Reyes 18:4
30 Referans Kwoze  

Siguió en todo la conducta de su padre, Asá, sin apartarse de ella, haciendo lo que es recto a los ojos de Yahveh.


sacaron del templo la estela y la quemaron,


Luego entró todo el pueblo en el templo de Baal y lo demolieron, hicieron a icos sus altares y sus imágenes y mataron ante el altar a Matán, sacerdote de Baal. El sacerdote Joadá montó una guardia en el templo de Yahveh.


Joás hizo durante toda su vida lo que es recto a los ojos de Yahveh, conforme a la instrucción que le hab a dado el sacerdote Joadá.


Pero no desaparecieron los lugares altos, de modo que el pueblo segu a ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos.


Pero no desaparecieron los lugares altos, y el pueblo segu a ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos. Fue él quien restauró la puerta superior del templo de Yahveh.


No obstante, no desaparecieron los lugares altos, de modo que el pueblo segu a ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos.


Luego el rey Ajaz dio esta orden al sacerdote Ur as: 'Sobre este altar grande quemarás el holocausto de la ma ana y la oblación de la tarde, el holocausto del rey y su ofrenda, el holocausto de toda la gente del pa s y sus oblaciones y libaciones, y sobre él derramarás toda la sangre del holocausto y toda la del sacrificio. En cuanto al altar de bronce, ya tomaré una decisión'.


Pero si me dices: 'Nosotros confiamos en Yahveh, nuestro Dios', ¿no ha suprimido Ezequ as sus lugares altos y sus altares, ordenando a Judá y a Jerusalén: 'Sólo ante este altar, en Jerusalén, os postraréis?'.


Restauró los lugares altos que su padre, Ezequ as, hab a demolido; erigió altares a Baal; construyó una aserá como la que hab a hecho Ajab, rey de Israel; se postró ante todo el ejército del cielo y le rindió culto.


Destrozó las estelas, taló las aserás y llenó sus lugares de huesos humanos.


El rey dio orden al sumo sacerdote Jilqu as, a los sacerdotes de segundo orden y a los guardianes de la puerta de que sacaran del santuario de Yahveh todos los enseres fabricados para el culto de Baal, de la aserá y de todo el ejército del cielo. Los quemó fuera de Jerusalén, en los campos del Cedrón, y llevó las cenizas a Betel.


Con todo, se han hallado en ti cosas buenas, pues hiciste desaparecer del pa s las aserás y dispusiste tu corazón para buscar a Dios'.


Cuando todo esto hubo terminado, todos los israelitas que all se encontraban salieron por las ciudades de Judá y rompieron las estelas, derribaron las aserás y demolieron los lugares altos y los altares por todo Judá y Benjam n, y también por Efra n y Manasés, hasta acabar con ellos. Después, todos los israelitas regresaron, cada uno a su propiedad, a sus ciudades.


Restauró los lugares altos que su padre, Ezequ as, hab a demolido; erigió altares a los baales, reconstruyó aserás, se postró ante todo el ejército del cielo y le rindió culto.


Con sus altos sagrados lo irritaron y le dieron celos con sus dolos.


No te postrarás delante de sus dioses ni los servirás, ni obrarás según su conducta, sino que destruirás sus dioses y arrasarás sus estelas.


Por el contrario, derribad sus altares, romped sus estelas y talad sus bosques sagrados.


Pero si me dices: 'Nosotros confiamos en Yahveh, nuestro Dios', ¿no ha suprimido Ezequ as sus lugares altos y sus altares, ordenando a Judá y a Jerusalén: 'Sólo ante este altar, en Jerusalén os postraréis?'.


Destruiré vuestros lugares altos, abatiré vuestras estelas solares, amontonaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros dolos, y mi alma sentirá hast o de vosotros.


En aquella ocasión estaba yo entre Yahveh y vosotros, para transmitiros la palabra de Yahveh, pues el fuego os atemorizaba y no subisteis al monte'. Él dijo:


Por el contrario, as os comportaréis con ellas: demoleréis sus altares, romperéis sus estelas, talaréis sus bosques sagrados y prenderéis fuego a sus dolos.


Aquella noche le dijo Yahveh: 'Toma el toro cebado que tiene tu padre. Derriba el altar de Baal que tiene tu padre, y tala la aserá que está junto a él.


Cuando se levantaron de madrugada los hombres de la ciudad y vieron demolido el altar de Baal y talada la aserá que hab a junto a él y sacrificado el toro sobre el altar construido,