Oyó Dios la voz del ni o, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: '¿Qué te ocurre, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado la voz del ni o desde el lugar donde él está.
2 Reyes 13:4 - Biblia Castilian 2003 Pero Joacaz imploró a Yahveh, y Yahveh lo escuchó, porque hab a visto la opresión a que somet a a los israelitas el rey de Aram. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas Joacaz oró en presencia de Jehová, y Jehová lo oyó; porque miró la aflicción de Israel, pues el rey de Siria los afligía. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Joacaz pidió en oración la ayuda del Señor, y el Señor oyó su oración, pues veía la cruel opresión que el rey de Aram ejercía sobre Israel. Biblia Católica (Latinoamericana) YoAjaz suplicó a Yavé y éste lo escuchó porque había visto hasta qué punto el rey de Aram oprimía a los israelitas. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Joacaz procuró aplacar el rostro° de YHVH, y YHVH lo escuchó, porque Él veía la opresión de Israel, cómo los oprimía el rey de Siria. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Joacaz imploró a Yahveh, y Yahveh lo escuchó, porque había visto la opresión a que sometía a los israelitas el rey de Aram. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Joacaz oró a la faz de Jehová, y Jehová lo oyó: porque miró la aflicción de Israel, pues el rey de Siria los afligía. |
Oyó Dios la voz del ni o, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: '¿Qué te ocurre, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado la voz del ni o desde el lugar donde él está.
Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y el Terror de Isaac no hubiera estado conmigo, seguramente que me hubieras dejado ir de vac o. Dios ha visto mi congoja y la fatiga de mis manos, y se ha pronunciado la pasada noche'.
Jazael, rey de Aram, hab a oprimido a Israel durante toda la vida de Joacaz.
Pero Yahveh tuvo piedad y misericordia de ellos y se volvió hacia ellos a causa de su alianza con Abrahán, Isaac y Jacob. Por eso no quiso destruirlos ni arrojarlos de su presencia hasta hoy.
pues Yahveh hab a visto la aflicción y la gran amargura de Israel, ya que no hab a esclavos ni libres, ni nadie que pudiera socorrer a Israel.
Su oración, y cómo fue atendido, todos sus pecados y prevaricaciones, los sitios en que construyó los lugares altos y colocó las aserás y los dolos, antes de haberse humillado, están consignados en los relatos de los videntes.
Ayunamos, pues, e invocamos a nuestro Dios con este fin, y él nos escuchó.
Dijo Yahveh: 'He visto muy bien el sufrimiento de mi pueblo en Egipto y he o do las quejas que le arrancan los capataces de obras. Conozco bien sus angustias.
Ahora que el clamor de los israelitas ha llegado hasta m y he visto también la tiran a con que los egipcios los oprimen,
Yahveh, en la angustia te buscamos, murmuramos oraciones cuando tu castigo estaba sobre nosotros.
en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: él en persona los salvó. Por su amor y su piedad, él mismo los redimió, los levantó y los llevó todos los d as de anta o.
que dicen al le o: 'Mi padre eres tú', y a la piedra: 'Tú me has dado a luz', mientras a m me dan la espalda y no la cara. Pero cuando las cosas se tuercen dicen: '¡Levántate y sálvanos!'.
llámame y te responderé; te anunciaré cosas grandes e inaccesibles que tú no conoces.
Acudió el pueblo a Moisés y le dijo: '¡Hemos pecado por haber hablado contra Yahveh y contra ti! Ruega a Yahveh que aleje de nosotros las serpientes'. Moisés intercedió por el pueblo
Clamaron entonces los israelitas a Yahveh, diciendo: 'Hemos pecado contra ti, porque hemos abandonado a nuestro Dios y hemos servido a los baales'.