Cuando Rubén volvió a la cisterna y vio que José no estaba en ella, rasgó sus vestiduras
2 Reyes 11:14 - Biblia Castilian 2003 Al mirar, vio al rey, de pie junto a la columna, conforme a la costumbre, rodeado de los jefes y de los trompeteros, y a toda la gente del pa s alborozada, mientras sonaban las trompetas. Entonces se rasgó las vestiduras y gritó: '¡Traición, traición!'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando miró, he aquí que el rey estaba junto a la columna, conforme a la costumbre, y los príncipes y los trompeteros junto al rey; y todo el pueblo del país se regocijaba, y tocaban las trompetas. Entonces Atalía, rasgando sus vestidos, clamó a voz en cuello: ¡Traición, traición! Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegó, vio al recién coronado rey de pie en el lugar de autoridad, junto a la columna, como era la costumbre durante las coronaciones. Los comandantes y los trompetistas lo rodeaban, y gente de todo el reino celebraba y tocaba las trompetas. Cuando Atalía vio todo esto, rasgó su ropa en señal de desesperación y gritó: «¡Traición! ¡Traición!». Biblia Católica (Latinoamericana) Y allí vio que el rey estaba de pie en el estrado como era costumbre, los jefes y los que tocaban la trompeta rodeaban al rey, y todo el pueblo estaba de fiesta y tocaban la trompeta. Entonces Atalía rasgó su vestido y exclamó: '¡Traición, traición!' La Biblia Textual 3a Edicion Y miró, y he aquí el rey estaba de pie junto a la columna, conforme a la costumbre, y los príncipes y las trompetas junto al rey, y todo el pueblo de la tierra estaba alegre y tocaba las trompetas. Entonces Atalía, rasgó sus vestidos y gritó: ¡Traición! ¡Traición! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al mirar, vio al rey, de pie junto a la columna, conforme a la costumbre, rodeado de los jefes y de los trompeteros, y a toda la gente del país alborozada, mientras sonaban las trompetas. Entonces se rasgó las vestiduras y gritó: '¡Traición, traición!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando miró, he aquí que el rey estaba junto a la columna, conforme era la costumbre, y los príncipes y los trompeteros junto al rey; y todo el pueblo del país se regocijaba y tocaban las trompetas. Entonces Atalía, rasgando sus vestidos, gritó: ¡Traición, traición! |
Cuando Rubén volvió a la cisterna y vio que José no estaba en ella, rasgó sus vestiduras
Ellos rasgaron sus vestiduras y, cargando de nuevo cada uno su asno, regresaron a la ciudad.
Porque hoy ha bajado él a sacrificar toros, becerros cebados y ovejas en gran cantidad, y ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Abiatar, que están comiendo y bebiendo con él y gritan: '¡Viva el rey Adon as!'.
Pero el sacerdote Joadá ordenó a los jefes de centuria que estaban al mando de las tropas: 'Sacadla fuera del templo, por entre las filas, y al que la siga matadlo a espada', pues el sacerdote hab a dicho: '¡No la matéis en el templo de Yahveh!'.
El rey estaba de pie junto a la columna, y en presencia de Yahveh hizo pacto de seguir a Yahveh y de guardar sus mandamientos, sus instrucciones y sus estatutos con todo el corazón y con toda el alma, y de dar cumplimiento a las palabras de esta alianza escritas en este libro. Y todo el pueblo ratificó este pacto.
Se apresuraron a tomar cada uno su manto y los pusieron a sus pies sobre las mismas gradas; hicieron tocar las trompetas y gritaron: '¡Jehú es rey!'.
Jorán volvió entonces las riendas y se dio a la fuga, mientras gritaba a Ocoz as: '¡Traición, Ocoz as!'.
Estuvieron all con David tres d as, comiendo y bebiendo, pues sus hermanos les hab an provisto de todo.
El rey estaba de pie junto a su estrado; y en presencia de Yahveh hizo pacto de seguir a Yahveh y de guardar sus mandamientos, sus instrucciones y sus estatutos con todo el corazón y con toda el alma, y de dar cumplimiento a las palabras de esta alianza escritas en este libro.
Cuando abundan los justos, el pueblo se alegra; cuando domina un malvado, el pueblo gime.
Acercándose ya a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los disc pulos, llenos de alegr a, comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los prodigios que hab an visto,