Ordenó entonces El as: 'Prended a los profetas de Baal, que no escape ni uno'. Los prendieron y El as los hizo bajar al torrente Quisón y all los degolló.
2 Reyes 10:25 - Biblia Castilian 2003 Cuando terminó de ofrecer los holocaustos, ordenó Jehú a la guardia y a los oficiales: '¡Entrad y matadlos! ¡Que no escape nadie!'. Y los mataron a filo de espada. La guardia y los oficiales los arrojaron fuera. Después entraron en el santuario mismo del templo de Baal, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y después que acabaron ellos de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los capitanes: Entrad, y matadlos; que no escape ninguno. Y los mataron a espada, y los dejaron tendidos los de la guardia y los capitanes. Y fueron hasta el lugar santo del templo de Baal, Biblia Nueva Traducción Viviente Apenas Jehú terminó de sacrificar la ofrenda quemada, les ordenó a sus guardias y oficiales: «¡Entren y mátenlos a todos! ¡Que no escape nadie!». Así que los guardias y oficiales los mataron a filo de espada y arrastraron los cuerpos fuera. Luego los hombres de Jehú entraron en la fortaleza más recóndita del templo de Baal Biblia Católica (Latinoamericana) En cuanto terminó el holocausto, Jehú dijo a los guardias y a sus oficiales: 'Entren, maten y que no escape nadie'. Los guardias y sus oficiales les dieron muerte a espada; mientras avanzaban hasta el santuario del templo de Baal, iban tirando para afuera los cadáveres. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando acabaron de brindar el holocausto, Jehú dijo a los guardias reales° y a los capitanes: ¡Entrad y matadlos; que no salga ninguno! Los mataron pues a filo de espada, y los guardias reales y los capitanes los arrojaron fuera. Luego avanzaron hasta la ciudadela del templo de Baal,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando terminó de ofrecer los holocaustos, ordenó Jehú a la guardia y a los oficiales: '¡Entrad y matadlos! ¡Que no escape nadie!'. Y los mataron a filo de espada. La guardia y los oficiales los arrojaron fuera. Después entraron en el santuario mismo del templo de Baal, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando acabó de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los capitanes: Entren, y mátenlos; que no escape ninguno. Y los mataron a filo de espada: y los dejaron tendidos los de la guardia y los capitanes, y fueron hasta la ciudad de la casa de Baal. |
Ordenó entonces El as: 'Prended a los profetas de Baal, que no escape ni uno'. Los prendieron y El as los hizo bajar al torrente Quisón y all los degolló.
Luego entró todo el pueblo en el templo de Baal y lo demolieron, hicieron a icos sus altares y sus imágenes y mataron ante el altar a Matán, sacerdote de Baal. El sacerdote Joadá montó una guardia en el templo de Yahveh.
Inmoló sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que hab a all y quemó sobre estos altares huesos humanos. Luego regresó a Jerusalén.
No molestarás al extranjero, ni lo oprimirás, pues extranjeros fuisteis vosotros en el pa s de Egipto.
Les dijo: 'As habla Yahveh, Dios de Israel: c ase cada uno la espada al costado. Pasad y repasad de puerta en puerta por el campamento, y que cada uno mate a su hermano, o a su amigo, o a su pariente'.
Luego ordenó a la guardia que estaban a su lado: 'Cercad a los sacerdotes de Yahveh y dadles muerte, pues también ellos han tendido la mano a David; porque aun sabiendo que él era fugitivo, no me lo avisaron'. Pero los servidores del rey no quisieron extender sus manos para herir a los sacerdotes de Yahveh.