Incluso erigió un altar a Baal en el templo de Baal que él mismo hab a edificado en Samar a.
2 Reyes 10:21 - Biblia Castilian 2003 Jehú mandó pasar aviso por todo Israel, y en efecto, llegaron todos los servidores de Baal, sin que ni uno solo dejara de venir. Llegaron, pues, al templo de Baal, que se llenó de uno al otro extremo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y envió Jehú por todo Israel, y vinieron todos los siervos de Baal, de tal manera que no hubo ninguno que no viniese. Y entraron en el templo de Baal, y el templo de Baal se llenó de extremo a extremo. Biblia Nueva Traducción Viviente Mandó mensajeros por todo Israel para convocar a los que veneraban a Baal. Asistieron todos —no faltó ninguno— y llenaron el templo de Baal de un extremo al otro. Biblia Católica (Latinoamericana) Jehú despachó emisarios por todo Israel y se reunieron todos los servidores de Baal; no faltó ninguno. Entraron en la casa de Baal, la que se llenó de bote en bote. La Biblia Textual 3a Edicion Y Jehú envió por todo Israel, y fueron todos los siervos de Baal, y no quedó ninguno que no fuera. Y entraron en el templo de Baal, y el templo de Baal se llenó de un extremo a otro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jehú mandó pasar aviso por todo Israel, y en efecto, llegaron todos los servidores de Baal, sin que ni uno solo dejara de venir. Llegaron, pues, al templo de Baal, que se llenó de uno al otro extremo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y envió Jehú por todo Israel, y vinieron todos los siervos de Baal, que no faltó ninguno que no viniese. Y entraron en el templo de Baal, y el templo de Baal se llenó de cabo a cabo. |
Incluso erigió un altar a Baal en el templo de Baal que él mismo hab a edificado en Samar a.
Dijo entonces Jehú al encargado del vestuario: 'Saca vestidos para todos los servidores de Baal'. Y él los sacó.
Luego entró todo el pueblo en el templo de Baal y lo demolieron, hicieron a icos sus altares y sus imágenes y mataron ante el altar a Matán, sacerdote de Baal. El sacerdote Joadá montó una guardia en el templo de Yahveh.
Aun sobre los esclavos y sobre las esclavas, en aquellos d as, derramaré mi Esp ritu.
Estaba el edificio lleno de hombres y de mujeres, pues se hallaban all todos los pr ncipes de los filisteos. En la terraza hab a unas tres mil personas entre hombres y mujeres, disfrutando de la diversión que les produc a Sansón.