porque ciertamente se ha de cumplir la palabra que a gritos lanzó por orden de Yahveh contra el altar de Betel y contra todos los santuarios de los lugares altos que hay en las ciudades de Samar a'.
2 Reyes 10:1 - Biblia Castilian 2003 Ten a Ajab setenta hijos en Samar a. Jehú escribió cartas que envió a Samar a, a los jefes de la ciudad, a los ancianos y a los preceptores de los hijos de Ajab, diciendo: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tenía Acab en Samaria setenta hijos; y Jehú escribió cartas y las envió a Samaria a los principales de Jezreel, a los ancianos y a los ayos de Acab, diciendo: Biblia Nueva Traducción Viviente Acab tenía setenta hijos que vivían en la ciudad de Samaria. Así que Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, a los ancianos y funcionarios de la ciudad y a los tutores de los hijos de Acab. Les escribió: Biblia Católica (Latinoamericana) Vivían en Samaría setenta hijos de Ajab. Jehú escribió unas cartas y las envió a Samaría. Mandaba decir a los jefes de la ciudad, a los ancianos y a los que educaban a los hijos de Ajab: La Biblia Textual 3a Edicion Acab tenía setenta hijos en Samaria; y Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, a los jefes de Jezreel, a los ancianos, y a los tutores de Acab, diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tenía Ajab setenta hijos en Samaría. Jehú escribió cartas que envió a Samaría, a los jefes de la ciudad, a los ancianos y a los preceptores de los hijos de Ajab, diciendo: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Acab tenía setenta hijos en Samaria; y Jehú escribió cartas, y las envió a Samaria a los principales de Jezreel, a los ancianos y a los ayos de los hijos de Acab, diciendo: |
porque ciertamente se ha de cumplir la palabra que a gritos lanzó por orden de Yahveh contra el altar de Betel y contra todos los santuarios de los lugares altos que hay en las ciudades de Samar a'.
Compró el monte de Samar a a Sémer por dos talentos de plata y lo fortificó; y a la ciudad que hab a construido la llamó Samar a, del nombre de Sémer, propietario del monte.
Descansó Omr con sus padres, y fue sepultado en Samar a. Le sucedió en el trono su hijo Ajab.
'¿Has visto cómo Ajab se ha humillado delante de m ? Por haberse humillado delante de m, no traeré la desgracia sobre su casa durante su vida, sino que la traeré durante la vida de su hijo'.
Y ella dijo a su se ora: '¡Ah! Si mi se or se presentara a un profeta que hay en Samar a, él lo curar a de la lepra'.
Fue después en busca de Ocoz as, al que prendieron cuando estaba escondido en Samar a, y lo llevaron a Jehú que mandó darle muerte. Pero lo sepultaron, porque se dijeron: 'Es hijo de Josafat, que buscó a Yahveh con todo su corazón'. Y no quedó nadie de la casa de Ocoz as que estuviese en condiciones de hacerse con el reino.
Yahveh le dijo: 'Llámale Yizreel, porque dentro de poco castigaré a la casa de Jehú por los cr menes cometidos en Yizreel y acabaré con el reino de la casa de Israel.
¿Acaso he sido yo quien ha concebido a todo este pueblo? ¿Soy yo quien lo ha dado a luz, para que me digas: 'Llévalo en tu regazo', como lleva la nodriza al ni o de pecho, hasta el pa s que juraste dar a sus padres?
Constituirás jueces y escribas para tus tribus en todas las ciudades que Yahveh, tu Dios, te ha de dar, y ellos juzgarán al pueblo según justicia.
Ten a treinta hijos que montaban treinta pollinos y eran due os de treinta poblados, llamados todav a hoy Poblados de Ya r, en el territorio de Galaad.
Tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que cabalgaban sobre setenta asnos. Fue juez de Israel durante ocho a os.