hirviente como el agua: no tendrás la primac a, porque subiste al lecho de tu padre; profanaste mi tálamo.
2 Pedro 3:16 - Biblia Castilian 2003 De esto hablaba en todas sus cartas. Hay en ellas cosas dif ciles de entender, que los indoctos y vacilantes interpretan torcidamente, como lo hacen con las otras escrituras, para su propia perdición. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Biblia Nueva Traducción Viviente al tratar estos temas en todas sus cartas. Algunos de sus comentarios son difíciles de entender, y los que son ignorantes e inestables han tergiversado sus cartas para que signifiquen algo muy diferente, así como lo hacen con otras partes de la Escritura. Esto resultará en su propia destrucción. Biblia Católica (Latinoamericana) e insiste sobre esto en todas sus cartas. Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes y poco firmes en la fe interpretan torcidamente para su propio daño, como hacen también con las demás Escrituras. La Biblia Textual 3a Edicion como también habla de esto en todas las epístolas, en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De esto hablaba en todas sus cartas. Hay en ellas cosas difíciles de entender, que los indoctos y vacilantes interpretan torcidamente, como lo hacen con las otras escrituras, para su propia perdición. Biblia Reina Valera Gómez (2023) como también en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. |
hirviente como el agua: no tendrás la primac a, porque subiste al lecho de tu padre; profanaste mi tálamo.
La reina de Sabá tuvo noticia de la fama de Salomón y fue para ponerlo a prueba con enigmas.
Del Se or yo celebro la palabra confiando en Dios no temo, ¿qué puede hacerme el hombre?
No te dejes arrastrar por la mayor a para hacer el mal, ni violentes la justicia en un proceso por seguir la opinión de la mayor a,
pero no mencionéis más la carga de Yahveh, porque cada uno tendrá como carga su propia palabra. Porque estáis tergiversando las palabras del Dios vivo, de Yahveh Sebaot, nuestro Dios.
La ley cae en desuso y el derecho no se cumple. El imp o asedia al justo, se tergiversa el derecho.
Pero él les replicó: '¿Y por qué vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por esa tradición vuestra?
ya no tiene que honrar a su padre o a su madre', y as habéis anulado la palabra de Dios por esa tradición vuestra.
Jesús les respondió: 'Estáis en un error, por desconocer las Escrituras y el poder de Dios.
No torcerás el juicio, no harás acepción de personas, ni admitirás regalos, porque los regalos ciegan los ojos de los sabios y falsean las palabras de los justos.
cuyo término es la perdición, cuyo Dios es el vientre y cuya gloria se funda en sus vergüenzas. Estos tales centran su atención en lo terreno.
De esto nos queda mucho por decir, aunque de dif cil explicación, ya que os habéis hecho torpes de o do.
Pedro, apóstol de Jesucristo, a los elegidos que viven como peregrinos en la diáspora, en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos,
en piedra de tropiezo y roca de escándalo. En ella tropiezan los que se rebelan contra la palabra. Éste es su paradero.
Hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente sectas perniciosas y negarán al Se or que los rescató, atrayendo sobre s mismos rápida perdición.
Tienen sus ojos cargados de pasión por la adúltera, son insaciables en el pecado, seducen a las almas débiles, tienen el corazón ejercitado en la avaricia, son hijos de maldición.
Por eso, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que él os halle en paz, sin mancha e irreprensibles.
Recordad las palabras predichas por los santos profetas y el precepto del Se or y Salvador transmitido por vuestros apóstoles.
Se han infiltrado, en efecto, algunos hombres imp os, inscritos ya desde antiguo para este juicio, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios y que niegan al único Soberano y Se or nuestro, Jesucristo.