Puesto ya el sol, hubo una densa oscuridad, y un horno humeante y una antorcha de fuego pasaron por entre las mitades de las v ctimas.
2 Crónicas 7:1 - Biblia Castilian 2003 Cuando Salomón acabó de orar, bajó fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria de Yahveh llenó el templo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Salomón terminó de orar, cayó fuego del cielo que consumió los sacrificios y las ofrendas quemadas, y la gloriosa presencia del Señor llenó el templo. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Salomón acabó de rezar, bajó fuego del cielo que devoró el holocausto y los sacrificios mientras la Gloria de Yavé llenó la Casa. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego de los cielos y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria de YHVH llenó la Casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Salomón acabó de orar, bajó fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria de Yahveh llenó el templo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios; y la gloria de Jehová llenó la casa. |
Puesto ya el sol, hubo una densa oscuridad, y un horno humeante y una antorcha de fuego pasaron por entre las mitades de las v ctimas.
Luego invocad el nombre de vuestro dios, y yo invocaré el nombre de Yahveh. El dios que responda con el fuego, ése es Dios'. Y todo el pueblo respondió: '¡Está bien la propuesta!'.
Cayó entonces fuego de Yahveh que consumió el holocausto juntamente con la le a, las piedras y la tierra, y aun secó el agua de la zanja.
Después que Salomón terminó de edificar el templo de Yahveh, el palacio real y todo cuanto se hab a propuesto hacer,
David construyó all un altar a Yahveh y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Invocó a Yahveh, el cual le respondió con fuego que descendió del cielo sobre el altar del holocausto.
Todo el monte Sina humeaba, porque hab a descendido sobre él Yahveh en forma de fuego, y el humo sub a como la humareda de un horno. Toda la monta a retemblaba.
All me encontraré con los israelitas y el lugar será consagrado por mi gloria.
el esp ritu me elevó, me llevó al atrio exterior, y he aqu que la gloria de Yahveh llenaba el templo.
Después me llevó por la puerta del norte, frente al templo. Miré y vi que la gloria de Yahveh llenaba el templo de Yahveh, y ca rostro en tierra.
Estaba yo aún hablando, orando, confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica a Yahveh, mi Dios, por su santa monta a;
Entonces será grata a Yahveh la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los d as de anta o, como en los tiempos antiguos.
Mientras as oraban, retembló el lugar donde estaban reunidos y, llenos todos del Esp ritu Santo, proclamaban con valent a la palabra de Dios.
La ciudad no necesita del sol ni de la luna para que la iluminen, porque la ilumina la gloria de Dios y su lámpara es el Cordero.
Entonces el ángel de Yahveh extendió la punta del bastón que ten a en la mano y tocó la carne y los ázimos. Brotó entonces fuego de la roca, que consumió la carne y los ázimos. Y el ángel de Yahveh desapareció de su vista.