Eliseo se volvió, tomó la yunta de bueyes y la sacrificó; con el yugo de los bueyes coció la carne y se la dio a su gente, que la comió. Luego se levantó, se fue tras de El as y entró a su servicio.
2 Crónicas 32:4 - Biblia Castilian 2003 Se reunió mucha gente y cegaron todas las fuentes y el torrente que corr a por medio de la región, pues dec an: '¿Por qué, cuando lleguen los reyes de Asiria, han de hallar agua tan abundante?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría a través del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan? Biblia Nueva Traducción Viviente Organizaron una gran cuadrilla de trabajadores para cegar los manantiales, como consecuencia se cortó el arroyo que corría por los campos, porque dijeron: «¿Por qué han de venir aquí los reyes de Asiria y encontrar abundancia de agua?». Biblia Católica (Latinoamericana) Se juntó mucha gente y cortaron todas las fuentes de agua y los esteros que corrían por el medio del territorio, diciendo: 'Si vienen los asirios, que tengan el agua medida. La Biblia Textual 3a Edicion Y se juntó mucho pueblo y cegaron todos los manantiales, así como el arroyo que fluía a través del territorio, pues dijeron: ¿Por qué han de hallar agua los reyes de Asiria cuando vengan?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se reunió mucha gente y cegaron todas las fuentes y el torrente que corría por medio de la región, pues decían: '¿Por qué, cuando lleguen los reyes de Asiria, han de hallar agua tan abundante?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces se juntó mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría a través del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vinieren? |
Eliseo se volvió, tomó la yunta de bueyes y la sacrificó; con el yugo de los bueyes coció la carne y se la dio a su gente, que la comió. Luego se levantó, se fue tras de El as y entró a su servicio.
Concede, pues, a tu siervo un corazón prudente, para que sepa juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién es capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan considerable?'.
El a o catorce del rey Ezequ as, Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas.
El a o cuarto del rey Ezequ as, es decir, el a o séptimo de Oseas, hijo de Elá, rey de Israel, subió Salmanasar, rey de Asiria, contra Samar a, y la sitió.
Verdaderamente, oh Yahveh, los reyes de Asiria han devastado las naciones y los pa ses,
Los restantes hechos de Ezequ as, todas sus haza as, cómo construyó el estanque y el acueducto para conducir las aguas a la ciudad, ¿no están consignados en el libro de los Anales de los reyes de Judá?
En seguida se pusieron a quitar los altares que hab a en Jerusalén. Quitaron también todos los altares de incienso y los arrojaron al torrente Cedrón.
Después de estas pruebas de fidelidad, Senaquerib, rey de Asiria, vino e invadió Judá, acampó frente a las ciudades fortificadas e intentó apoderarse de ellas.
decidió en consejo con sus jefes y valientes cegar las fuentes de agua que hab a fuera de la ciudad; y ellos aprobaron la decisión.
Fue Ezequ as quien cegó la salida superior de las aguas de Guijón y las dirigió, por un conducto subterráneo, hacia el lado occidental de la Ciudad de David. Ezequ as prosperó en todas sus empresas.
Hicisteis un estanque entre los dos muros para el agua de la piscina vieja; pero no mirasteis al que lo hizo, no visteis a quien lo dispuso desde antiguo.
Las brechas de la ciudad de David visteis que eran numerosas. Recogisteis el agua de la piscina inferior.
Provéete de agua para el asedio, refuerza tus defensas, métete en el barro, pisa el mortero, mételo en el molde de ladrillos.